Rangel calificó de despreciable actitud de EEUU en caso Posada


El Vicepresidente Ejecutivo, José Vicente Rangel, respondió a las afirmaciones emitidas por el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, con respecto a la solicitud de extradición del terrorista Luis Posada Carrilles que ha hecho Venezuela.


Rangel aseguró que las palabras de Boucher eluden la cuestión de fondo en el caso de Posada Carriles y constituyen una confirmación de que el Gobierno norteamericano está atrapado en su doble discurso frente al terrorismo.


A continuación, la declaración completa del Vicepresidente venezolano:


«Que nadie se equivoque: Todo el Gobierno y el Pueblo Venezolano comparten la posición fijada por el Presidente Hugo Chávez el pasado domingo 22 de mayo en su programa de televisión, ante el caso de la extradición del terrorista y criminal convicto y confeso, Luis Posada Carriles, y la actitud asumida por el Gobierno del señor George W. Bush.


La posición que fijó el Presidente Chávez interpreta no sólo el sentir de los venezolanos, interpreta también el sentimiento de la comunidad internacional e, incluso, la de amplios sectores norteamericanos que repudian, sin hacer distingos, toda forma de terrorismo, y exigen coherencia a la hora de enfrentar tan despreciable delito.


La posición venezolana se corresponde con una firme defensa del Estado de Derecho y de las normas de convivencia civilizada entre las naciones. La reivindicación de la Ley la hace Venezuela, en tanto que los voceros del Gobierno norteamericano se colocan del lado de la ilegalidad al pretender burlar acuerdos y compromisos debidamente suscritos.


El vocero del Departamento de Estado, señor Boucher, respondió el planteamiento del Presidente Chávez eludiendo la cuestión de fondo, al señalar que el caso del terrorista Posada Carriles es legal y no político. Desde luego que es legal y en ese terreno la República Bolivariana de Venezuela está asistida por la razón. Pero enfatizar el carácter legal del caso para ocultar su connotación política, constituye un argumento despreciable. Es una manera inmoral de rehuir, por falta de argumentos, la verdad.


La declaración del vocero Boucher es una confirmación de que el Gobierno norteamericano está atrapado en su doble discurso frente al terrorismo, y que no encuentra cómo salir de la complicada situación en que está.


No es Boucher, el vocero, quien en todo caso debe dar la cara y aclarar la escabrosa situación en que está colocado el Gobierno norteamericano por el manejo inmoral de un caso que para todo el mundo está claro: que en territorio norteamericano está un criminal, requerido conforme a la Ley por terrorismo, y que el señor Bush ha sostenido que quien protege a un terrorista se convierte en su cómplice. Así de sencillo».