Air France crea nuevo sistema de identificación de huella dactilar


CARACAS

. Con la finalidad de agilizar el paso de los pasajeros por las fronteras francesas, desde el 1º de junio está en funcionamiento, en período de prueba por seis meses, un sistema piloto biométrico utilizado por la policía de aduana para la identificación de los viajeros. La técnica, concebida por Air France y desarrollada por el grupo SAGEM, consiste en identificar a las personas a través de su huella dactilar.


Este programa, bautizado como Pegase (Programa de Experimentación y de Gestión Automatizada y Segura, por sus siglas en francés) que fue autorizado por decreto por el Primer Ministro francés y contó con la colaboración del Ministerio del Interior francés y la Policía de Aduana, se enmarca dentro de la estrategia de mejorar el confort y la seguridad de los pasajeros que sigue Air France.


El procedimiento es muy sencillo: los pasajeros que lo desean pueden inscribirse en la Policía de Fronteras con sólo introducir las huellas dactilares de sus dos índices y entregar una serie de informaciones personales. Estos voluntarios recibirán una tarjeta que los identifica. Al viajar, el cliente colocará la tarjeta delante del lector que se encuentra en la entrada de los controles de frontera situados a la llegada en el terminal 2F del aeropuerto Charles de Gaulle. La puerta se abrirá y se cerrará automáticamente y, al interior, el pasajero colocará uno de sus dos índices sobre el lector biométrico. Una vez que sus datos sean inmediatamente comparados con los datos guardados en la tarjeta, la puerta se abrirá, si no, otra lateral dará acceso a un control manual clásico.


Este sistema, que permite una mayor fluidez a la hora del embarque y desembarque, está siendo probado por un período de seis meses y no elimina el control de registro habitual. Con su implementación se busca reducir las colas a las cuales se enfrentan los pasajeros al momento de llegar al aeropuerto Charles-de-Gaulle. En su fase de prueba sólo está siendo utilizado en el terminal 2F para los pasajeros residentes o con ciudadanía europea o suiza. De tener éxito, se extendería a otras nacionalidades y terminales.