Nunca antes se habían levantado de nuestra comunidad tan amplias y severas discrepancias como las despertadas a raíz del encuentro en Miraflores de una delegación organizada y encabezada por el Embajador de Italia Gerardo Carante con el Presidente de la República Hugo Rafael Chávez Frías. Quizás nadie hubiese protestado, y el Embajador Carante se hubiese ahorrado el “Manifiesto” aclarador dirigido a nuestra comunidad, si el acto que tuvo lugar en Miraflores se hubiese limitado a un simple encuentro de negocios entre el empresariado italiano y el Jefe de Estado, como pareciera haber sido interpretado por el mismo Presidente Chávez quien puntualizó que dicho encuentro había sido solicitado por el Embajador Carante. No faltaron alusiones a licitaciones de particular interés para las multinacionales italianas. Para algunos ha resultado evidente el propósito de involucrar a la comunidad italiana sin tener presente que al colocar entre las favoritas a las multinacionales italianas han sido sus mismas admiradas realizaciones y el valioso aporte de la inmigración italiana a las modernas conquistas de Venezuela. A exasperar las reacciones de nuestra comunidad al encuentro de Miraflores debe haber contribuido la particular atmósfera que está cargando de incógnitas el horizonte. ¿Y cómo excluirlo? El recuerdo del infeliz episodio que años atràs vio envuelta, por culpa de unos irresponsables, nuestra colectividad al plebiscito lanzado para reforzar al dictador Pèrez Jimènez en el poder. Hablando en términos positivos consideramos que, más allá de las interpretaciones, las discrepancias brotadas del encuentro de la delegación italiana con el Presidente de la República Chávez una vez más atestiguan la madurez de la gran provincia venezolana de origen italiana y de los inmigrantes italianos que aún no han cruzado el Rubicone de la nacionalidad para integrarse a la sociedad venezolana. No necesita el Macondo de origen italiano ser llevado de la mano. Lo ha demostrado cuando una de sus componentes ha acompañado con sus votos al Teniente Coronel Hugo Chávez hacia la presidencia de la República y otras han adherido a los partidos de la Oposición. Afortunadamente no todo el sendero que está recorriendo el Embajador Carante está sembrado de amargura como – y nos complace subrayarlo – está demostrando el éxito del “Festival Italiano”, la reseña que está presentando a los venezolanos la grande Italia en muchos de sus aspectos. Y esto no es poca cosa.
