Hasta hace pocos años la liposucción en los hombres no era una práctica destacada pero con el tiempo y los avances tecnológicos, el género masculino se va dando cuenta de las ventajas de este método, que por otra parte no es recomendable para personas con problemas de obesidad. Los principales focos de acumulación de grasa en el hombre se forman bajo la barbilla, cintura, muslos internos y exteriores, rodillas y piernas, la parte posterior de la cintura, el abdomen y pechos agrandados (ginecomastia). Éstas son algunas de las áreas donde el cuerpo contorneado con liposucción produce resultados impresionantes. Y es que hablamos de un remedio estético. No es un método para bajar de peso, es un recurso para modelar la figura, por eso también se le conoce como lipoescultura. La liposucción puede modificar prácticamente el contorno corporal en determinadas localizaciones. Es realizable bajo anestesia local y sedación o bien anestesia epidural, permite disminuir volúmenes cercanos a los 5000 centímetros cúbicos de grasa subcutánea. El postoperatorio es variable dependiendo del volumen, la extensión y la localización, variando entre uno y cuatro o cinco días. Hasta los momentos no hay una edad límite para la liposucción. Sin embargo, los resultados son mejores en hombres que tienen buena elasticidad de la piel y en zonas del cuerpo con buen tono muscular. En casos en que la musculatura no tenga buen tono y la piel haya perdido su elasticidad, algunas veces será necesario una combinación de liposucción y cirugía plástica para “tallar” la piel.
