15 por ciento de los hipertensos se mantiene en control


La terapia para la hipertensión continúa siendo un reto para la Medicina, de allí que sea necesario contar con nuevos medicamentos, que se adecuen más a este tipo de pacientes.


Recientes investigaciones han demostrado que la hipertensión arterial no sólo afecta a los pacientes mayores de 50 años, sino también al 25 por ciento de las personas entre 20 y 40 años de edad. Esto significa que un gran porcentaje de la población puede estar en riesgo de padecer daños en sus arterias (aterosclerosis), lo que se traduce en una elevada probabilidad de sufrir un infarto del miocardio, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal, lo cual ayuda a explicar que las enfermedades cardiovasculares constituyan la primera causa de muerte por enfermedad, tanto en Venezuela como en el mundo.


Los estudios también han comprobado que un bajo porcentaje de los hipertensos logra controlar la enfermedad, debido a diferentes factores. En primer término, es bien sabido que, en líneas generales, la hipertensión no produce síntomas, por lo que el paciente se entera de su enfermedad cuando sufre un evento cardiovascular o está en etapas muy avanzadas. En segundo lugar, los efectos no deseados de la mayoría de los antihipertensivos inducen al paciente a abandonarlo, pues se siente mejor si no los toma. Mareo, fatiga, náusea, depresión, insomnio, dolor abdominal o vómitos, constituyen los principales efectos adversos que inducen al individuo a abandonar el tratamiento. A esto se agrega la falta de comprensión por parte del paciente respecto a los beneficios que para su salud tiene mantener su presión arterial en niveles normales.


Estas y algunas situaciones más que varían según cada individuo es lo que los médicos denominan «falta de adherencia al tratamiento», cuyas consecuencias para la salud de la población son devastadoras.


Ante este panorama, la investigación científica continúa avanzando, con la finalidad de desarrollar fármacos más efectivos y con menos efectos indeseados, con el objetivo de incrementar la cantidad de pacientes controlados y, en consecuencia, disminuir el riesgo de eventos cardiovasculares, cuyas secuelas son graves y en una gran cantidad de casos terminan en la muerte.


Una de las novedades a este respecto la presenta este año el laboratorio japonés Sankyo Pharma, el cual desarrolló una innovadora molécula perteneciente a una clase farmacológica, conocida por los médicos como Antagonistas de Receptores de la Angiotenisna II (ARA II).


Los ARA II son catalogados como una de las familias de medicamentos más eficientes para tratar la hipertensión, ya que bloquean adecuadamente los efectos de angiotensina II en la sangre, sustancia que produce estrechamiento de los vasos sanguíneos y aumento de la presión arterial cuando se une a un receptor que genera el organismo, conocido como AT1.


El principio activo del nuevo ARA II de Sankyo Pharma es olmesartán, considerado por los expertos como el mejor antihipertensivo de su clase. Las pruebas demuestran que olmesartan disminuye y controla de forma idónea la presión arterial, además de bloquear en forma muy adecuada al receptor AT1, con lo cual previene eficazmente el endurecimiento de las arterias y brinda protección al corazón, cerebro y riñón.


Una importante ventaja para mejorar la adherencia de los hipertensos al tratamiento radica en que olmesartán se administra sólo una vez al día, con o sin alimentos y tiene doble vía de eliminación: heces y orina.


Estos beneficios le brindan al médico y a sus pacientes hipertensos una opción efectiva para mejorar la adherencia al tratamiento, pues con olmesartán hay significativamente más posibilidades de mantener la presión arterial bajo control, con mínimos efectos indeseados y protegiendo a los órganos que pueden sufrir como son corazón, cerebro y riñón.