CARACAS- El presidente Hugo Chávez llamó este lunes a combatir la corrupción que se ha “infiltrado” en su Partido Socialista Unido Venezolano (PSUV) e instó a “reimpulsar” sus principios para “no desaparecer del campo de batalla”.
“Nos traga, nos traga la vieja política, nos traga la corrupción de la política, nos destroza, esos viejos valores capitalistas, pequeño burgueses, burgueses, que se infiltraron por todos lados y siguen infiltrados dentro de nuestro partido”, exclamó Chávez ante la directiva del PSUV.
“Hay que combatirlos, insisto, en todas partes y con mucha fuerza”, instó el gobernante, que retardó unas horas su viaje previsto a Argentina porque, dijo, consideraba “muy importante” estar en este evento entre la directiva nacional del partido y la de los estados.
El presidente venezolano ordenó a los cuadros del PSUV que no escuchen “el canto de sirena” de la corrupción y que si es necesario hagan como Ulises y “se amarren”.
“Si algún día tienen que amarrarse o mandar que los amarren bueno amárrense (…) y si no pueden, láncense del barco y dejen el mando”, afirmó.
Chávez llamó a desprenderse de la vieja política de “pensamiento único” en favor de un poder que no sea “para mandar, sino para obedecer al pueblo, al colectivo”.
“Para que el pueblo nos mande, nos interpele, nos regañe, nos oriente y nos critique”, señaló.
“Miren lo que le pasó a la gran Revolución Rusa, después Soviética, terminó en la nada. Se olvidaron los principios, se corrompió la política”, afirmó el mandatario, quien animó a volver a “los principios” para “retomar, recargar, refrescar y reimpulsar” el partido.
“El poder no se toma como una taza de café (…) hay que construir un nuevo poder en una batalla contra el viejo (orden), porque el viejo nos contamina”, insistió.
Chávez apuntó que, para que esto suceda, es necesario también un pueblo “culto” que sepa lo que “realmente” necesita, lejos de las “necesidades ficticias” que impone el capitalismo.
“Tenemos que ganar esa batalla, una batalla estructural, moral, ética”, reiteró.
El Jefe de Estado partió ayer, para Buenos Aires, Argentina, donde se reunirá con su homóloga Cristina Fernández de Kirchner.
