“José Luis Aguilar”

José Luis Aguilar, fue justamente calificado como la cabeza del Derecho Civil en Venezuela y es por eso que, ante su muerte, acaecida el 22 de abril del presente año, debemos recordar el gran legado que nos dejara.
La trayectoria de José Luis Aguilar, tuvo el corte típico del jurista venezolano nacido en el Siglo XX. Es casi una constante su modelo de formación: el ingreso a la docencia, la elección a la Academia y, la etapa de libre ejercicio de la profesión de abogado, todo ello avalado por una obra didáctica, destinada fundamentalmente, a la enseñanza de importantes disciplinas. Nacido de una familia de juristas, culmina sus estudios de Derecho con el máximo de las notas y, dados sus extraordinarios conocimientos en tal campo, es llamado como docente en la Universidad Católica Andrés Bello, en donde regentaría primero, la cátedra de “Personas”, luego la de “Bienes y Derechos Reales”, para dictar más tarde “Contratos y Garantías”. No se limitó sin embargo a esas asignaturas básicas, sino que incursionó en las nuevas instituciones que se estaban formando como la propiedad horizontal y la reserva de dominio. Todo el campo del Derecho Civil, tanto lo viejo como lo nuevo, fueron objeto de sus estudios, así como las disciplinas conexas al mismo.


Su pasión por la enseñanza no quedó limitada al ejercicio de la docencia universitaria, donde alcanzó el rango de Profesor Titular, sino que lo lleva a ocupar los cargos de Decano de la Facultad de Derecho de la UCAB, de asistente a Rector; de Vicerrector Académico Interino y de Vicerrector. Fue Consultor Jurídico de los Ministerios de Obras Públicas y de Educación y, en representación de este último, miembro del Directorio del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE).


Adquirió experiencia judicial como conjuez que fuera de la Sala de Casación Civil, de la cual llegó a ser Magistrado suplente. Al campo legislativo dio su aporte como Presidente de la Comisión Nacional de Codificación, Legislación y Jurisprudencia y a la labor gremialista, se dedicó como Presidente del Colegio de Abogados del Distrito Federal y de su Tribunal Disciplinario.


El 30 de abril de 1980 fue electo Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, donde ocupó la segunda y la primera Vicepresidencia y la Presidencia, en los años 1999 a 2001.
José Luis Aguilar era bienvenido para cualquier cargo, para cualquier empresa, para cualquier juicio. Tuve el honor y el placer de compartir con él responsabilidades directivas en la Academia de Ciencias Políticas, ya que, en la época en que ocupara la Presidencia, fue su primer Vicepresidente. Esta comunidad de labores creó entre nosotros una estrecha amistad y, de parte mía, una profunda admiración.


Los rasgos más resaltantes de su personalidad fueron su absoluta honestidad; su gran apego a la justicia; la sencillez de sus exposiciones y de sus alocuciones; todo ello, acompañado de su buen humor característica del caraqueño típico que desborda una gran gentileza en todos los momentos de la cotidianeidad.
Con la muerte de José Luis, integrante y creador de una estirpe de juristas, se extingue una etapa del mundo jurídico: de los profesores universitarios que dejaron una importante obra con sus experiencias y sus textos para los estudiantes; de quienes no dudaron en prestar sus servicios al Estado y lo hicieron con honestidad y eficiencia, para enaltecer como él lo hiciera con gran brillantez, la figura del Abogado venezolano.