CARACAS- El ministro de Transporte Acuático y Aéreo, Luis Gustavo Graterol , y el ministro de la Banca Pública, Rodolfo Marco Torres, se reunieron este miércoles con autoridades de las líneas aéreas Air France, Caribbean Airlines, Varig Gol, United Airlines, Avianca, Iberia y Lacsa-Taca.
Los ministros informaron que estas aerolíneas ratificaron su compromiso de continuar operaciones en Venezuela.
“Avanzamos positivamente en esta reunión con Air France; nos ha reafirmado su compromiso con Venezuela y los usuarios“, escribió Graterol en su cuenta en Twitter.
Seguidamente, informó que Caribbean Airlines “ratifica su confianza en Venezuela y asegura operatividad de sus vuelos desde y hacia nuestro país”.
Graterol adicionó que United Airlines también ratificó “su compromiso de continuar operaciones en Venezuela, que iniciaron hace 17 Años“.
Avianca y Lacsa-Taca, también afianzaron “su compromiso con la patria”, aseguró Graterol.
Por su parte, Rodolfo Marco Torres indicó que representantes de la aerolínea Varig Gol, informaron que aumentaron sus operaciones en el país, lo que no sólo garantiza sus operaciones, sino además su compromiso con el país.
Para finalizar el Ministro de Transporte Aéreo y Acuático que desde el Ejecutivo se trabaja “para seguir fortaleciendo el sector aéreo del país”.
Copa Airlines espera
cobrar deuda
El presidente ejecutivo, de la aerolínea Copa Airlines, Pedro Heilbron, señaló que está en conversaciones con el Gobierno venezolano ante las liquidaciones pendientes que ascienden a 500 millones de dólares.
Con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Panamá y Venezuela -señaló- “ha mejorado el clima de las conversaciones y observamos una disposición positiva de las autoridades venezolanas”.
“Pero no puedo decir que ya hay algo concreto, estamos conversando, lo que sí es concreto es que la deuda (de Venezuela con Copa) asciende a 500 millones de dólares”, comentó.
Según el directivo de Copa Airlines, Venezuela le debe unos 4.000 millones de dólares a diferentes aerolíneas, un problema generado por la falta de divisas para convertir los bolívares en dólares de las transacciones realizadas dentro de ese país.
