La censura durante Cap: conveniente?

El ex presidente Carlos Andrés Pérez
El ex presidente Carlos Andrés Pérez

La censura durante Cap: conveniente?

Prosegue la serie di “reportages” che La Voce d’Italia pubblica in collaborazione con la “Cátedra de Investigación Periodística” a carico del professore Alejandro Ramirez. L’obiettivo è offrire ai nostri lettori una visione ancora più amplia della realtà del Paese attraverso la ricerca approfondita e seria realizzata dai futuri giornalisti del Paese.

Censura durante Cap: ¿Una medida conveniente?

Ante las acciones tomadas por el MRI y la Disip, la prensa escrita se rehusa en modificar su contenido. El ex presidente Cap suspendió el derecho a la libertad de expresión, garantía expresada en el artículo 66 de la Constitución de 1961. La decisión fue tomada luego del intento de golpe de Estado perpetrado por el entonces militar Hugo Rafael Chávez Frías, el 4 de febrero de 1992.

El ex golpista y ex presidente de la República, Hugo Rafael Chávez Frías

Medios impresos ¿Censurados?

En la prensa venezolana del año 1992 se utilizaron de forma reiterada algunos calificativos como: decomisados, perseguidos, allanados, cerrados y secuestrados debido a la decisión tomada por Carlos Andrés Pérez en la suspensión de la libertad de expresión, cuya garantía se encontraba expresada en el artículo 66 de la Constitución de 1961. El Ministerio de Relaciones Interiores (MRI) y a la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) tomaron diversas medidas, algunas bajo el control de Pérez, otras quizás salieron de sus manos. Tal decisión fue tomada después del primer intento de golpe de Estado ocurrido el 4 de febrero de 1992, el cual fue perpetrado por un grupo de militares alzados pertenecientes al Movimiento Revolucionario Bolivariano, dirigido por Hugo Rafael Chávez Frías.

Periódicos de circulación nacional e incluso algunos periódicos regionales fueron intervenidos: El Nacional, El Mundo, El Universal, Últimas Noticias, Diario de Caracas, El Nuevo País, Ruptura, El Carabobeño, El Siglo, El Impulso, Correo del Caroní, El Panorama, entre otros. También fueron censuradas las revistas Zeta, Resumen y Élite.

Los artículos de los diversos periódicos recalcaban el agravio de la censura durante el segundo periodo presidencial de Carlos Andrés. El Nacional fue uno de los diarios más atacados por el gobierno durante la primera semana después de la suspensión del derecho a la libertad de expresión. En las notas de prensa e incluso en las manchetas de sus portadas aparecen varios recuadros en blanco atravesados por la palabra “CENSURADO”.

Las visitas a los medios impresos eran constantes. El Director de Política del Ministerio del Interior, Augusto Guevara Anzola; el asesor del mismo despacho, Pedro Pablo Alcántara; y el Ministro de Relaciones Interiores, Virgilio Ávila Vivas, entre otros funcionarios, eran quienes revisaban los contenidos antes de ser publicados. Sin embargo, en varias ocasiones la publicación ya estaba distribuida y los periódicos eran decomisados.

Una tarde, a las afueras del periódico El Nacional las patrullas se encontraban en las puertas de los talleres para impedir su circulación, esto ocasionó un retraso de dos horas en la salida de dicha edición. Se refirió a este hecho como un secuestro, ya que ni el personal ni los directivos pudieron salir o entrar hasta las 8:00 am. El asalto fue realizado por la policía política (DISIP), a causa de una foto de CAP donde aparecía con las manos juntas “como rezando”, afirmó el director del diario, Alfredo Peña.

Argumentos y Justificaciones

“Lo que estamos haciendo es que sugerimos a los medios que no vayan insertas aquellas cosas que puedan darle un carácter de heroísmo a un acto de traición de las Fuerzas Armadas y que le pueden dar una fisonomía de héroe a alguien que iba a matar al presidente Carlos Andrés Pérez y a su familia.”, refiriéndose a Chávez – Augusto Guevara Anzola

“Una publicación que comparaba a este con Páez, héroe de la independencia, no podíamos dejarla editar, después se publicará todo lo que se quiera, pero en este momento de estabilización del orden público no se puede”, refiriéndose a Chávez. – Carlos Andrés Pérez

“Ayer salió en la prensa, por ejemplo, una publicación de los oficiales retirados que se les había dicho no podían publicar y por eso se les envió los censores…” “…Es un documento absolutamente subversivo. En un momento en que se acaba de producir un golpe de Estado, es imposible que se admita la publicación de un documento de esa naturaleza. Esas son las cosas de que se trata y esto será diez días, quince días y más nada” – Carlos Andrés Pérez

“No hemos enviado censores militares, sino civiles, en vista de que están publicando las cosas que habíamos convenido no se publicaran. Hemos tenido que mandar gente para que se den cuenta, pero no para leer, revisar todo, sino aquellas cosas que tengan relación con la situación que ha vivido el país. Ahora, eso lo permite nuestra Constitución y necesitamos hacerlo y lo han aprobado todos los partidos porque lo consideran necesario” – Carlos Andrés Pérez

Por el contrario el ex presidente Rafael Caldera, principal dirigente del partido COPEI, calificó como una “Cacería de brujas” a los allanamientos policiales realizados a los medios impresos. A su juicio tal medida generaba más zozobra en lugar de brindar tranquilidad. Caldera argumentó que la suspensión de la libertad de expresión desata una espiral de rumores y agudiza la inestabilidad.

Mientras tanto, el gobierno de Carlos Andrés Pérez justificó la suspensión de la libertad de expresión por razones de seguridad operativa. La democracia que se había consolidado hace 34 años, desde 1958 hasta 1992, se encontraba en peligro y era necesario a juicio del mandatario tomar acciones, no contra la prensa, sino como una medida de excepción.

Seguridad: Medios vs Gobierno

La sociedad venezolana para el año 1989 estaba cansada de la censura y de los actos de corrupción ocurridos durante el gobierno de Jaime Lusinchi, descubiertos a inicios del segundo periodo presidencial de Pérez. La población dispuso su confianza en los medios de comunicación masivos, mientras desprestigiaban la labor de los partidos y sus dirigentes políticos. La desconfianza a Jaime Lusinchi y sobre todo a su amante y posterior esposa, Blanca Ibáñez, generalizó el rumor de deshonestidad en todos los políticos que mantenían el sistema democrático presente.

La prensa venezolana se impuso contra el gobierno, los medios no aceptaron pasivamente la censura. Quienes pertenecían al Colegio Nacional de Periodistas (CNP) y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) alzaban sus consignas: “No nos callaran”, “No tenemos miedo”. No se quería volver a la censura del mandato anterior. En el mes de marzo de 1992 se realizó una marcha de periodistas en el centro de Caracas. El periodista y político, Vladimir Villegas; la entonces Secretaria del CNP, Desirée Santos Amaral; y Francisco “Kiko” Bautista, también miembro del CNP, fueron algunos de los periodistas que se hicieron presentes en esta manifestación, quienes exigieron al Gobierno de Pérez dejar expresar la opinión y permitir la identificación de la gente con los medios.

En cualquier acontecimiento la gente no se sentía segura si no llegaba algún reportero. “…Pérez no pudo contra los medios de comunicación, Pérez no pudo manejar la libertad de expresión, y esa libertad se fue en su contra…” expresa el historiador Daniel Terán, profesor de la UCAB.

Otras asociaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su respaldo a Pérez, pero cuestionó las acciones del Gobierno que en los primeros 5 días habían afectado la libertad de prensa en el país. Periodistas extranjeros como Roberto Fabricio, del Sun Sentinel de Florida y Vicepresidente de la SIP; María Laura Avignolo, de El Mundo de Madrid; y José Comas, de El País de España, hicieron presencia en el intercambio de opiniones entre el Gobierno y el periódico El Nacional.

La distancia de Pérez hacia los medios nacionales era evidente, prueba de ello fue una conferencia de prensa que se realizó en el Palacio de Miraflores en donde solo pudieron estar presentes los periodistas extranjeros. De dicha rueda de prensa salió la foto de Carlos Andrés Pérez “rezando”.

Regulación del contenido, Periodistas atropellados: reacciones

Alba Sánchez, Alcides Castillo, Alfredo Peña, Alfredo Tarre Murzi, Argelia Melet, Argenis Martínez, Desirée Santos Amaral, Doris Francai, Francisco “Kiko” Bautista, Francisco Solórzano “FRASSO”, Hernán Lugo Galicia, Irma Barreto, Jesús Romero Anselmi, Jorge Olavarría, José Vicente Rangel, Manuel Isidro Molina, Miguel Henrique Otero, Oscar Yanes, Rafael Poleo, Roberto Justin, Teodoro Petkoff, Vladimir Villegas, entre muchos otros. Son algunos de los periodistas que mantenían una posición contraria a la medida tomada por el primer mandatario.

El periodista y director de El Nacional, Alfredo Peña, mantuvo un programa de televisión muy controversial titulado “Los peñonazos de Peña”, en donde se destacó por sus duras críticas en contra de los partidos políticos: Acción Democrática (AD) y COPEI. Alfredo Peña y Miguel Henrique Otero, propietario del diario, enfrentaron en reiteradas ocasiones las amenazas hechas por el MRI y la DISIP en sus constantes visitas.

Siguiendo las denuncias, en el artículo titulado “Los venezolanos rechazamos las tinieblas de la censura” destaca lo siguiente: “Manuel Isidro Molina censuró las presiones represivas…” “…Así como el hostigamiento policial en las residencias de varios periodistas, entre ellos: Francisco Solórzano “FRASSO”, Secretario General del Colegio de Periodistas del Distrito Federal y de Alcides Castillo, reportero parlamentario del Diario de Caracas”. (Artículo extraído. El Nacional. Fecha: 9-2-1992)

El periodista Rafael Poleo, director de la revista Zeta y el diario El Nuevo País, también tuvo serios inconvenientes con Pérez e incluso con su familia. Una edición de la revista Zeta fue recogida por funcionarios del gobierno porque en su portada aparecía la fotografía del comandante Chávez. Pérez y Poleo pertenecían al mismo partido político (AD), pero sus intereses y opiniones eran muy contradictorios. El gobierno decidió allanar la casa de Rafael Poleo. El periodista en una ocasión se vio obligado a exiliarse del país para burlar una detención.

Carolina Pérez, hija del matrimonio entre Blanca Isabel Rodríguez y Carlos Andrés Pérez, en una entrevista con la periodista Shirley Varnagy expresó su descontento con Poleo: “me molestaba lo que decía”. Una opinión quizás muy corta, pero que revela la relación entre Pérez y los periodistas que publicaban en contra de su mandato.

Otro hecho importante fue la entrevista que logró realizar el político José Vicente Rangel con el dirigente de la intentona del 4 de febrero, Hugo Chávez, mientras se encontraba preso en la cárcel de Yare. El Gobierno de Carlos Andrés al enterarse que dicha entrevista sería transmitida por Televen, mandó al Tribunal Militar a censurarla. A pesar de las protestas que hubo, no se pudo publicar. Sin embargo, al poco tiempo el diario El Nacional publicó transcrita la entrevista. Rangel ante la censura convocó una rueda de prensa con corresponsales extranjeros y miembros del CNP para así poder pasar algunos trozos de la entrevista en los diferentes espacios radiales.

De esta manera se demuestra una vez más el pulso que tuvo el poder mediático ante el poder político. Todos los medios de comunicación masivos: los canales de televisión, los espacios radiales y los medios impresos desafiaron al poder. El 27 de febrero de 1989 y el 4 de febrero de 1992 fueron dos fechas importantes en las que los Medios de Comunicación Masivos evidenciaron su impacto y se reconocieron como aquel “Cuarto Poder”, el único capaz de influir en la sociedad y en la opinión pública que se genera.

¿Existió censura antes del 4F?

Quizás algún caso de censura anterior a la suspensión de las garantías durante el segundo periodo de Pérez, ocurrió en el sector La Vega del Municipio Libertador. Durante el 27 de febrero de 1989, fecha conocida como “El Caracazo”, fueron detenidos el Padre Luis Ugalde, rector de la UCAB; y el Padre Jesús María Aguirre, director de la Escuela de Comunicación Social en ese entonces. La razón de dichas detenciones fue por presunta conspiración, ya que ambos escribían en el Centro Gumilla para la Revista SIC. Al estar detenidos no podrían publicar sus columnas, alega el historiador Daniel Terán. El Padre Aguirre aceptó la entrevista, sin embargo, no emitió opiniones al respecto.

El final de Carlos Andrés Pérez

El segundo periodo conocido como “El gran viraje” (1989-1993), un viraje que no fue anunciado. Carlos Andrés Pérez regresó al poder convenciendo al pueblo venezolano de que su regreso significaría volver a la Venezuela abundante de su primer mandato. No fue así. Pérez tomó diversas medidas, ser un país mono productor traería consecuencias y era el momento de estabilizar la economía. La primera medida fue el alza de la gasolina, además de la congelación de los salarios y la reducción del gasto público. Estas decisiones dieron como consecuencia una gran explosión social: saqueos y una numerosa cantidad de personas fallecidas. La aparatosa reacción no fue por hambre indiscutiblemente, tan solo fue un desacuerdo. Los grupos subversivos de la extrema izquierda aparecieron como oposición al gobierno: el 4 de febrero fue la primera muestra de su manifestación.

Carolina Pérez aseguró en su entrevista con Shirley Varnagy que el Caracazo no fue por el paquete de medidas económicas, puesto que antes del sacudón estas no se habían promulgado.

En cuanto a la censura, el ex presidente Carlos Andrés Pérez nunca llegó a cerrar un medio de comunicación, se estableció la regulación del contenido como una medida para paliar la situación engorrosa vivida el 4F. La democracia estaba en peligro, esa fue la justificación. Hoy en día vivimos el legado del gobierno que llegó a construir aquel militar alzado de la intentona, Hugo Rafael Chávez Frías, quien ideó el socialismo en base a una aparente democracia. Hoy en día los medios se encuentran censurados. Existe la falta de papel periódico para los medios impresos, la mayoría han dejado de circular; diversos canales de televisión han tenido que regular su contenido e incluso han cambiado su línea editorial; RCTV, uno de los canales más importantes del país fue cerrado. Lo mismo pasó con las emisoras de radio. Así como se quiso sostener la democracia instaurada en 1958, hoy la censura intenta mantener vigente un socialismo que ya expiró.

Studente: María V. Contreras R.
Professore: Adrián Soares
Universidad Católica Andrés Bello

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