Francisco Monaldi: “La venta de Citgo es un disparate”

Francisco Monaldi, Investigador Titular del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston
Francisco Monaldi, Investigador Titular del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston

 

CARACAS – Francisco Monaldi es Investigador Titular del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston. También es Investigador Asociado del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York. Adicionalmente, es Profesor Titular y Director Fundador del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA en Caracas.

Hombre joven, educado y cordial, la escolástica higiene de su foto de perfil en Twitter no permitiría entrever una soltura algo irreverente en su conversación. Es amigo del escritor Ibsen Martínez, otro cabal conocedor del tema petrolero, y parece que su erudición en temas de energía es apenas el lado más concreto de una inteligencia chispeante, de esas que no abundan hoy día.

El cuento del imperio

-Usted ha dicho que el flujo de caja de Pdvsa depende de las exportaciones a Estados Unidos…

-Lo único que le genera flujo de caja de Pdvsa son las importaciones de barriles de petróleo desde Estados Unidos. No todos, porque también se usan para repagar deudas, por ejemplo, con Chevron. Pero es relativamente limitado; y algunos que otros se venden a Europa.

 

-Pareciera que Pdvsa no actúa de modo profesional, y quiere regir sus negocios a partir de una actitud –tal vez- un poco atávica…

-Desde el último año en que Rafael Ramírez fue presidente de Pdvsa hasta después de la era de Eulogio del Pino, que acaba de terminar, Pdvsa se volvió mucho más pragmática. Sus gerentes empezaron a tratar de hacer las cosas que cualquier gerente pragmático hubiera hecho.

-Tal vez algo de muy bajo vuelo…

-Así es. Además, por diversas razones terminó fracasando totalmente. Pero, a Chávez siempre se le ocurría alguna cosa que no tenía ninguna lógica económica, si bien no puede decirse que no le importara del todo el tema de la rentabilidad. Al ex mandatario tenían que tratar de aterrizarlo. Los proyectos de la Faja se diseñaron de una manera totalmente descabellada.

– Ann Hapka presentó en Cambridge una tesis doctoral –hace pocos años- cuyo jurado interno fue Asdrúbal Baptista, y el externo Nick Butler (VP de Strategy and Policy Development de British Petroleum un par de meses antes). La tesis sostenía que los activos externos de Pdvsa se estaban manejando de manera impecable. Fue aprobada con honores. ¿Usted qué piensa sobre eso?

-No he leído la tesis. He escuchado del trabajo de Ann Hapka. Me encantaría leerla. Tengo una montaña de cosas por leer sobre la mesa. Pero sí he escuchado de ella. De hecho, hubo una conferencia que al final no se terminó de dar como estaba prevista. Iba a estar ella, junto a Bernard Mommer, Baptista, en Cambridge. Me suscitaba mucha curiosidad, pero –al final- Mommer no fue, y alguien más tampoco fue.

Cuando Chávez y su equipo están en la campaña presidencial de 1998, ellos fueron súper críticos de la estrategia internacional de la vieja Pdvsa, pero no sólo ante la Apertura Petrolera, sino ante lo que se denominó la Internacionalización, o sea, la compra de Citgo, las refinerías europeas, la manera como manejaban los activos externos en Pdvsa. De hecho, buena parte de esa crítica venía del trabajo de Bernard Mommer.

-Mommer es un intelectual de izquierda muy radical…

-Es un tipo brillante, muy preparado, que –ciertamente- viene de una formación muy radical de izquierda. Por cierto, es uno de los mejores amigos de Asdrúbal Baptista. En efecto, es un tipo muy inteligente y muy estudioso. Pero lo que no era, cuando formulaba esas críticas que digo, es una persona con experiencia de negocios en el mundo del petróleo. Él trabajó en Pdvsa con Ramón Espinasa, durante la gestión de Luis Giusti. Bernard Mommer ha estudiado el tema petrolero, y ha escrito cosas que son realmente muy valiosas.

En la campaña de 1998, él sostenía que lo que se llamó la Internacionalización había sido algo totalmente dirigido a tratar de esconderle el dinero al Estado venezolano. Es decir, que la gerencia de Pdvsa había inventado toda esto para no pagar al Estado venezolano los impuestos que le tenía que pagar. El argumento es que se derivaban afuera las ganancias, y que se dejaban afuera, y que eso no era estratégico.

En efecto, hay activos que se compraron durante el período de los 80’s que es difícil argumentar que son estratégicos: la refinería de Chicago (EEUU) y algunos de los europeos. Y Mommer se agarró de ese análisis, y también de que lo que se buscaba era no pagar impuestos. Mommer escribe un libro junto a Juan Carlos Boué (Oxford) diciendo que esto había sido un desastre.

 

Chávez llegó a la presidencia diciendo que él iba a vender todos esos activos externos, que no tenían ningún sentido, pero –en la práctica- los conservaron. Vendieron muy poquitos, algunos hacia el final, y más que todo porque no tenían dinero, y empezaron a temer lo que hoy sucede. La posibilidad de sanciones y de que Venezuela haga default. Los hechos han demostrado que ellos se dieron cuenta de que era muy atractivo y valioso mantener esos activos.

Hay gente que argumenta que Chávez todo lo veía como un asunto geopolítico y no económico: que a Chávez le gustaba tener activos en Estados Unidos para hacer política. Citgo le dio 5 millones de dólares a la toma de posesión de Donald Trump, por ejemplo. Pero yo creo que no. Pienso que la gente pragmática, dentro de Pdvsa, el propio Rafael Ramírez, Eulogio del Pino, etcétera, llegaron a la conclusión de que no valía la pena venderlos.

De hecho, cuando los trataron de vender –porque sí trataron de hacerlo, hace un par de años-, el actual presidente de Pdvsa, Nelson Martínez, era el presidente de Citgo y él convenció al presidente Nicolás Maduro de no hacerlo. Mantuvieron esa estrategia, contrario a todo lo que dijeron durante años. Lo que sí es una estrategia nueva es entrar agresivamente en los mercados petroleros de China e India. Hay una parte de esto que hubiera sido adoptado por cualquier gobierno, porque los estadounidenses –sobre todo en los últimos 5 o 6 años- han empezado a producir tanto petróleo que cada vez necesitan importar menos.

Petróleo como arroz

Monaldi ve las cosas en su justa dimensión. Se argumenta que los expertos de su raza están a favor de una mirada capitalista per se. No es así. El académico declara desde un cartesiano objetivismo técnico, no contamina sus estimaciones de sentimentalismo barato. El petróleo es un negocio, y es su especialidad. Por esto, se para frente al ingreso de petroleras chinas o indias, de modo nada acalorado, nada subjetivo. Negocios son negocios. Las cosas son como son.

-Usted ha planteado en publicaciones como la revista OIL de Italia, que “el desarrollo de otros mercados como China e India debe ser profundizado estudiando convenios de suministro y asociaciones”.

-Así es. De eso no hay ninguna duda. Venezuela se podía plantear tener refinerías en China e India, pero no como hace el chavismo, sin pensar en la rentabilidad.

-O sea que no son malos mercados…

-Para nada. Es decir, son muy inferiores que el estadounidense. De eso no quepa la menor duda.

-De modo que hay que volver a los socios tradicionales, que son más rentables obviamente…

-Exacto. Lo primero, es que el mercado estadounidense es mejor en términos de ganancias para Venezuela. El Caribe también era muy bueno, en ese sentido. Ellos lo destruyeron con las jugadas políticas de Petrocaribe. Con esto, Pdvsa dejó de generar plata en esa zona, que antes era uno de sus mercados más facturadores, aunque ya existía el Pacto de San José. El Caribe era un mercado muy jugoso. Por cierto, es un nicho que ahora está recuperando Estados Unidos, quien se está agarrando toda esa franja, porque Venezuela ya no la está supliendo.

 

-Bueno, si bien no ha leído la tesis de Hapka, usted opina claramente que se deben retomar los socios tradicionales. Por tanto, es mentira que se estén manejando de manera impecable los activos externos de Pdvsa…

-Hay que diferenciar la estrategia de venta externa de Pdvsa y el manejo de los activos externos, los cuales –tristemente- no están siendo bien manejados, en efecto. Sobre todo, recientemente pusieron a Citgo en garantía para unos bonos, lo cual fue una cosa vergonzosa, porque lo hicieron para ganar un poco de tiempo. Y luego, la otra mitad se puso en garantía a la rusa Rosneft. Es una estrategia desesperada y cortoplacista, para obtener más plata. Se está vendiendo a precios de gallina flaca.

O sea, que no creo –en primera instancia- que se pueda sostener eso que dice Hapka, pero no quiero ser concluyente porque no he leído su tesis doctoral.

-El experto Gustavo Coronel dijo en 2011 a El Tiempo de Puerto La Cruz que Venezuela se estaba convirtiendo en una inmensa quincalla china. Coronel remarcó que la nación asiática carece de la tecnología para encargarse de la explotación de nuestro crudo, y que todo obedecía al despecho de Hugo Chávez con Estados Unidos. ¿Qué tan costoso es buscar socios no tradicionales?

-Hay que separar varias cosas. Pdvsa se metió en actividades que no tienen nada que ver con petróleo y se politizó; esto –claramente- es un desastre. Pero vamos a circunscribirnos al tema de los socios en su operación de producción de petróleo en Venezuela. En primer lugar, en Venezuela no se ha hecho ninguna inversión que no estuviera prevista en la Apertura Petrolera, excepto el proyecto de gas PERLA (Paraguaná).

-¿Y la Faja del Orinoco?

-Casi todos los proyectos se firmaron en la vieja Pdvsa. El único que se firmó con Chávez, pero con la vieja Pdvsa, es un proyecto de orimulsión. El resto, aunque parte de la inversión se hizo con Chávez, fue iniciado por la vieja Pdvsa.

La mitad de la producción de Venezuela, tal vez ya un poquito más, corresponde a empresas mixtas, en las cuales siguen estando algunos de los actores originales. Todavía están en Venezuela Chevron, Total, Statoil, Shell, Eni, Repsol y algunas otras pequeñas.

Se han ido algunas de las empresas más importantes del mundo. Exxon y Conoco están demandando en arbitraje a Venezuela. Y British Petroleum también se retiró, cuando vendió parte de sus activos en América Latina.

Es verdad que algunos de los actores más importantes del mundo, o no están en Venezuela, o están pero sub representados. Por ejemplo, Shell tiene un activo muy pequeño acá, podría tener mucho más. No puede decirse que hayan reducido la operación, porque algunos no tenían mayor participación en el país, pero no han invertido en nuevos proyectos, ni han querido hacer prácticamente nada.

La única empresa que firmó un proyecto fue Chevron, pero con el mismo no ha pasado nada prácticamente. Este es el famoso proyecto Carabobo, que Chávez firmó con mucha grandilocuencia.

Según el plan de Chávez en la Faja, estos planes ya debían producir casi 2 millones de barriles, y están produciendo –entre todos- menos de 100 mil barriles. O sea, es una vergüenza. La gestión de Rafael Ramírez es catastrófica. Uno a veces puede decir: “oye, es difícil, toca hacer una evaluación más profunda para saber si la gestión fue buena o mala”. Pero en este caso es evidente. Tienes el precio del petróleo altísimo, en todas partes del mundo un boom de inversión, y en Venezuela un colapso de inversión y un gran fracaso.

Criterios de transparencia

Al final de la jornada, la cosa no es privilegiar a Estados Unidos porque sí. No. Una empresa como Pdvsa puede y debe estar abierta a otros mercados, pero –establece Monaldi de forma incontestable- deben mediar los más exigentes protocolos y estándares de selección. No se están haciendo licitaciones coherentes. En México el caso es uno muy diferente.

 

-Se ha hablado de vender Citgo a la rusa Rosneft. El parlamento estadounidense ha puesto el grito en el cielo. Por otro lado, una nota de Reuters develó que Venezuela ofreció 49% a la india ONGC Videsh en el campo San Cristóbal. Ese porcentaje va contra la legislación venezolana, y luce claro que no pasará por la AN. ¿Cómo evalúa estos dos casos?

-Traer a los chinos es algo que había comenzado con la vieja Pdvsa. Y es una cosa que tiene lógica. Los chinos son el nuevo mercado más grande del mundo junto con los indios. Tiene sentido que ellos también tengan capital en Venezuela.

-Pero, técnicamente, ¿qué evaluación hace usted de entregar el campo San Cristóbal a ONGC Videsh? ¿Cuál es su ponderación como experto petrolero?

-Yo no creo, en general, que se deba dar nada a nadie, sino que se debe hacer una licitación. Por supuesto, debe pasar por la Asamblea Nacional (AN). Pero salvo contadas excepciones, y sobre todo por temas de transparencia y corrupción, esto se debe hacer con una subasta, absolutamente transparente. Así se está haciendo en México, por ejemplo.

Si la subasta la gana ONGC Videsh, pues bienvenido. Si califica. O sea, si es una empresa que tiene toda la tecnología y todas las capacidades.

-En todo caso: ¿A usted qué le parece ONGC Videsh?

-No es de las empresas petroleras más destacadas del mundo, pero el campo San Cristóbal tampoco es un campo tan complicado. Buena parte de los campos de la Faja, se puede explotar con estas empresas. Pero si se desea hacer cosas más sofisticadas, es deseable tener a los socios más capacitados del mundo.

Pero, en general, yo te diría: los chinos están entrando en México, en licitaciones totalmente limpias. Creo que los indios todavía no han entrado, pero sí lo han hecho en otros lugares.

-Es decir, la cosa no es que sea una empresa china, sino que no se está calibrando su solvencia, con respecto a otras…

-Exactamente. No se está haciendo de una manera transparente, de modo que la empresa gane competitivamente. Y otra cosa, que es lo que comentaba Gustavo Coronel, con lo cual estoy de acuerdo, y es que Chávez quería salir de las empresas de servicios tradicionales, y traer más a los chinos, hizo que Pdvsa comprara una cantidad de taladros chinos, que son de mucha menor calidad que los Schlumberger, entre otros. Eso trajo toda clase de problemas.

Venezuela tarde el doble en perforar un pozo que el estándar internacional, y más del doble. A Venezuela le sale carísimo perforar un pozo petrolero, porque tarda el doble de tiempo, a partir de una cantidad de ineficiencias, entre ellas los taladros chinos.

-Usted también ha denunciado cómo se ha perdido la productividad en Pdvsa, a raíz de un crecimiento exponencial de la nómina…

-Correcto. Esa es una de las razones. La productividad se ha deteriorado de una manera escandalosa.

-¿Y si vemos el caso de la rusa Rosneft?

-Es un caso más complicado. Venezuela no necesita exportar petróleo a Rusia, ni eso es algo que quieran los rusos. Esto sí es una jugada mucho más geopolítica. No creo que haya problema en que Rosneft pueda participar en algunos campos en Venezuela. Pero, la verdad sea dicha, no es una empresa de punta en nada tecnológico. No son los socios más lógicos.

-Finalmente, ¿qué piensa de la venta de Citgo?

-Es un disparate. Eso no lo van a permitir las autoridades americanas, como bien dices en la pregunta. Parece que los rusos están tratando ya de cambiar esa garantía por otra.

Alejandro Ramírez Morón