CARACAS – Se trata de 841,8 millones de dólares. Es lo que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) dijo haber enviado el viernes pasado a los tenedores del bono 2020. Aún no llega a los inversionistas, dijeron seis fuentes al tanto.
“En esta nueva orden, Trump prohíbe a los bancos estadounidenses realizar transacciones nuevas con el gobierno o con PDVSA, así como las transacciones en bonos emitidos por el gobierno de Venezuela y su petrolera estatal”, fija una nota de Telesur, con fecha del 25 de agosto de 2017.
La República ha venido echando mano de papeles para plantar cara a los problemas de falta de recursos. Por otro lado, el Gobierno ha hecho esfuerzos por honrar sus compromisos de deuda. Lo ha hecho, no obstante, caminando sobre la cuerda floja. Venezuela ha pagado intereses rematando sus activos. Se han visto comprometidas, incluso, las reservas en oro.
Bono 2020: un pesado compromiso
Pdvsa garantiza haber iniciado el pasado viernes transferencias bancarias a cuentas del banco estadounidense JPMorgan. El pago del bono 2020 es el segundo compromiso más pesado del año. La estatal petrolera defendió en un comunicado su “plena solvencia” financiera. Hay, no obstante, un creciente temor en el mercado sobre un incumplimiento. Para este año no se espera default. Pero algunos expertos lo estiman inevitable en 2018.
“El dinero está en JPMorgan pero nunca se habían retrasado en el pago del principal”, dijo un portavoz de una casa de bolsa que invierte en títulos de Pdvsa.
Pdvsa, junto con el gobierno venezolano, comenzó a retrasar desde principios de mes los pagos de intereses. La empresa debe unos 750 millones de dólares. Dispone de 30 días para saldar esos rendimientos. Las mencionadas sanciones financieras de EEUU obstaculizan sus transacciones.
Los precios del petróleo caen desde mediados de 2015. El barril llegó a estar en 120 dólares, incluso, en los que se pondera como el boom petrolero más grande de nuestra historia. Actualmente se ha fijado en una banda que fluctúa entre 45 y 50 dólares, sin pasar de allí. Expertos en la materia, como Francisco Monaldi, creen que será así al menos dos años más.
