Default selectivo dispara el riesgo país de Venezuela

Según JPMorgan, el diferencial entre el rendimiento de la deuda pública venezolana y el que ofrece la deuda pública estadounidense alcanzaba los 753 puntos.
Según JPMorgan, el diferencial entre el rendimiento de la deuda pública venezolana y el que ofrece la deuda pública estadounidense alcanzaba los 753 puntos.

CARACAS – Este martes, 14 de noviembre, el riesgo país de Venezuela se disparó hasta los 5.305 puntos, luego de que la calificadora Standard & Poor’s colocara la deuda soberana en default selectivo, por el retraso en el pago de 200 millones de dólares en bonos.

En la actualidad Venezuela atraviesa una profunda crisis de escasez, inflación y recesión. Para el lunes 13 de noviembre debía cancelar alrededor de 300 millones de dólares en intereses correspondientes a la demora en el pago de bonos.

El ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, expresó:

‘‘Hemos iniciado de manera franca, clara y correcta el refinanciamiento de nuestra deuda externa. Hoy (martes, 14 de noviembre) iniciamos el pago de los intereses de nuestra deuda”.

Además, agregó que en días anteriores PDVSA había realizado el pago de los intereses de la deuda y todo eso ‘‘sin dejar de proteger al pueblo de Venezuela’’.

A pesar de estos anuncios, algunos inversores, consultados por la agencia Reuters, el martes, no habían recibido ninguno de los pagos pendientes por las ganancias de los bonos globales 2019 y 2024, que suman unos 200 millones de dólares, y tampoco del título PDVSA 2027.

Horas después, la agencia Fitch Ratings bajó la calificación de la deuda soberana de Venezuela a “default restringido” o RD debido a los impagos.

De igual manera, la calificadora Standard & Poor’s anunció que rebajó la nota de la deuda de PDVSA a “Default Selectivo” desde “CC” tras no concretarse el pago de intereses.

Retrasos en los pagos encienden las alarmas

Desde el mes de octubre, el equipo financiero de Maduro comenzó a retrasar el abono de cupones de bonos por unos 750 millones de dólares. Esta situación alertó a los inversionistas y economistas aumentando así la preocupación por el futuro financiero del país.

Los acreedores de títulos de Venezuela hicieron una primera consulta ante un comité de la asociación del mercado de derivados ISDA el martes. Con esto buscaban determinar si el país petrolero había caído en cesación de pagos al demorar la cancelación de los cupones de los dos bonos soberanos.

Otros tenedores presentaron ante ISDA una notificación de la Bolsa de Luxemburgo, que indica la suspensión de la negociación de los bonos al 2019 y 2024, por un “incumplimiento de pago”. Una decisión de ese comité podría activar el cobro de los seguros contra incumplimiento de crédito (CDS) de la petrolera.

“La suspensión se levantará el 15 de noviembre de 2017, luego de un cambio del grupo de operadores y en la convención de cotización de intereses (de limpio a sucio)”, agregó la Bolsa de Luxemburgo en un comunicado en su página web.

Hasta el momento, los operadores están negociando estos tres títulos sin incluir en el precio los intereses demorados, pero esperan la decisión de la Asociación de Operadores del Mercado Emergente (EMTA, por su sigla en inglés) para determinar cómo será el cálculo de las cotizaciones.

El Gobierno y los inversionistas

El lunes 13 de noviembre se desarrolló la primera reunión entre representantes del Estado y los acreedores para discutir la reestructuración de la deuda externa del país. Dicha mesa de diálogo concluyó sin propuestas concretas ni acuerdos sobre cómo proseguirán las conversaciones que pretenden renegociar los términos de unos 60.000 millones de dólares en bonos.

El encuentro con casi un centenar de inversores -o sus representantes- promovido por Maduro duró sólo unos 15 minutos, pero el Gobierno dijo que el proceso para renegociar la deuda había sido “auspicioso”.

Por otra parte, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aprobó un acuerdo “para respaldar y acompañar proceso de refinanciamiento de la deuda externa venezolana”.

Mientras sigue el riesgo al alza, se dispara la crisis y aumenta la incertidumbre, el Gobierno insiste en que las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos le complican el acceso al sistema de pago internacional y están trabando las transferencias, que asegura seguirá cumpliendo.

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