CARACAS – El Decreto que recién giró la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) “convoca a proceso electoral para la escogencia de la Presidencia de la República en el primer cuatrimestre de 2018”. Han llovido las críticas: desde Luis Almagro (OEA) hasta voceros internos como Luis Vicente León.
Una nota de Prodavinci, firmado por José Ignacio Hernández, establece con clarividencia que “técnicamente no podemos hablar de ‘adelanto’ de las elecciones presidenciales, pues a decir verdad, ninguna norma de nuestro ordenamiento jurídico precisa cuándo deben convocarse las elecciones presidenciales. La única fecha que está definida es el 10 de enero de 2019, día en el cual comenzará un nuevo período presidencial (artículo 231 constitucional). Luego, las elecciones deberán realizarse en cualquier momento antes de esa fecha”. Hasta acá, más claro no canta un gallo. Es verdad.
Seguridad jurídica y transparencia
Hernández precisa, no obstante, que los principios de seguridad jurídica y transparencia aconsejan que la convocatoria a elecciones se realice con suficiente antelación. ¿Por qué? Definir adecuadamente las reglas es algo crucial. “El artículo 298 de la Constitución, (dice que) no pueden ser modificadas al menos seis meses antes de la elección”. Acá comienza la trabazón.
Luis Vicente León ha dicho que el juego planteado en esos términos, está en condiciones de franca desventaja para la oposición. Es lo que en el fútbol se llama “posición adelantada”. No hay tiempo mínimo para hacer campaña. Luego, hay una cantidad de procesos internos en el CNE que no daría chance de culminar. En términos de opinión pública, el Gobierno está “caliente”, aunque sea por el mero hecho de ser gobierno.
“Hay que recordar que la ANC carece de competencias para convocar a elecciones y para intervenir en el sistema electoral. Primero, porque la ANC es un órgano ilegítimo y fraudulento que, en tal virtud, no puede asumir ninguna función pública. Segundo, porque la convocatoria a elecciones es una competencia exclusiva del Poder Electoral (artículo 293 de la Constitución). Aun cuando en realidad, será el CNE quien formalmente convoque y organice las elecciones presidenciales”, fija la nota de Prodavinci. Acá el gallo también canta muy claro.
La almendra del asunto parece ser que la ANC intervino ilegítimamente en esto. Actúa violando principios de transparencia y seguridad jurídica. Hace parte de la fractura del Estado de Derecho. Hace parte del nonsense que genera una aguda crisis de gobernabilidad. Habrá que esperar. La política hay que hacerla. Han comenzado a sonar fuerte las voces de lado y lado.
