CARACAS – Como leche y espuma: las relaciones entre China y Venezuela nunca fueron tan estrechas y fluidas. Vladimir Padrino López, ministro para la Defensa, recibió recién en su despacho al embajador de la República Popular China, Li Baorong. ¿El propósito? Muy sencillo: estrechar lazos de cooperación en materia de seguridad.
Particularmente en materia energética, el idilio de la revolución chavista con los asiáticos ha sido especial. Hugo Chávez –ya se sabe- nunca quiso mucho a los Estados Unidos. Y mientras estuvo en este mundo, y en Miraflores, trató de dar a los chinos lo que quitaba a los “gringos”.
El famoso Fondo Chino
Muy famoso llegó a ser el Fondo Chino. Según una nota de El Universal, fechada el 23 de julio de 2014, el mismo era “un esquema rotatorio que se divide en tres tramos y que ha recibido 36 millardos de dólares en siete años. De esos recursos que ha administrado, 25 millardos de dólares los ha entregado el Banco de Desarrollo de China a través de préstamos y 11 millardos de dólares han sido contribuciones del Fonden (Fondo de Desarrollo Nacional)”.
En el encuentro entre Padrino López y Li Baorong, éste respaldó al Gobierno venezolano frente al bloqueo financiero y comercial impuesto por Estados Unidos y la UE, según dejó saber en Twitter el primero al mando de la FANB. “Ameno encuentro y firma de acuerdo de cooperación con el Embajador Li Baorong en materia de seguridad y defensa de nuestra Patria. Agradecemos su respaldo frente a las agresiones imperialistas y recibo con beneplácito sus expresiones de solidaridad”, escribió en la red del pajarito azul.
“El diputado a la Asamblea Nacional, Miguel Ángel Rodríguez, planteó la necesidad de aclarar al país el tipo de investigación que condujo a la detención de 5 funcionarios aludidos por el presidente Nicolás Maduro, por presuntamente cometer actos de corrupción con los dineros del Fondo Chino-Venezolano”, dice una nota de El Nacional, del 10 de julio de 2013. No todo está claro en los vínculos con la nación asiática. No falta quien denuncie que en este romance con China lo que tenemos es corrupción como arroz.
