Humo negro: Fracasó el diálogo en República Dominicana

El diputado Simón Calzadilla ya lo había deslizado: era poco probable que se llegara a un acuerdo hoy en Dominicana. El diálogo queda suspendido de modo indefinido y se traslada a Caracas.
El diputado Simón Calzadilla ya lo había deslizado: era poco probable que se llegara a un acuerdo hoy en Dominicana. El diálogo queda suspendido de modo indefinido y se traslada a Caracas.

CARACAS – Humo negro: Danilo Medina, presidente de República Dominicana, confirmó que Gobierno y oposición venezolana no alcanzaron a firmar un acuerdo, en la reunión efectuada en el vecino país caribeño. Una rueda de prensa fue el escenario para que Medina informara la opinión pública internacional que el proceso de diálogo entra en receso indefinido y será trasladado a Caracas.

La oposición estaba supuesta hoy a consignar observaciones a la propuesta de acuerdo que había mineralizado ya en República Dominicana. La representación del tinglado oposicionista tenía a la cabeza el diputado Julio Borges, siempre de punta en blanco, gafas de pasta negra caladas sobre la aristocrática nariz. Evitó hacer declaraciones.

La Alta Representante para la Unión Europea, Federica Mogherini, lanzó ayer una rogatoria enfática: que ambos bandos “pacten elecciones legislativas libres, creíbles y transparentes”. En el marco de un debate sobre la crisis venezolana en la Eurocámara, encareció “compromiso y flexibilidad” en la mesa de diálogo.

No son pocos los intereses que el Viejo Continente tiene en Venezuela. Solamente la inmigración italiana ha dejado su sudor invaluable en Tierra de Gracia, desde los tiempos de la post guerra. También españoles y portugueses, entre otros nobles gentilicios.

Venezuela: en el ojo de la tormenta

Pero Venezuela está en el ojo de la tormenta. La política internacional es todo un maremágnum, y en medio del mismo la ministra de Relaciones Exteriores de Perú, Cayetana Aljovín, ha deslizado que el secretario de Estado de EE UU, Rex Tillerson, le puso en auto de la pretensión que Estados Unidos tiene –atenazada entre ceja y ceja- de aplicar sanciones contra Venezuela, parecidas a las recientes de la Unión Europea (UE).

 Venezuela transitó desde marzo de 2017 un oscuro laberinto de reyertas callejeras, que dejaron un doloroso saldo de más de 150 muertos
Venezuela transitó desde marzo de 2017 un oscuro laberinto de reyertas callejeras, que dejaron un doloroso saldo de más de 150 muertos

Voces van, voces vienen. No sobra recordar que Venezuela transitó desde marzo de 2017 un oscuro laberinto de reyertas callejeras, que dejaron un doloroso saldo de más de 150 muertos (son cifras del Foro Penal de Venezuela, las del Ministerio Público son más conservadoras, claro) y un centenar de detenidos, casi todos sobre la veintena. La salida del Gobierno fue unilateral y no poco arbitraria: instaló la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) dejando pulverizada a la Asamblea Nacional (AN), en la cual la MUD tiene mayoría calificada, al haberse hecho con 7.9 millones de votos el 6D de 2015.

El ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero emergió entonces, cuando el galo Emmanuel Macron y el español Mariano Rajoy ponían en la palestra geopolítica la palabra “dictadura” al referirse a Venezuela.

Zapatero sugirió Dominicana como tierra neutral. Hoy, el ex mandatario ha hecho alusión a la “absoluta e imperiosa necesidad de que haya un acuerdo entre el gobierno venezolano y la oposición”. Agregó sobre los muertos de 2017:

“Yo estaba allí y sentía el dolor, el horror y el vértigo de la tragedia”.

Sobran las explicaciones. Fueron 10 reuniones en total. No puede decirse que haya fracaso en sí, porque sigue en Caracas, pero el diálogo no ha sido precisamente un éxito. Esto empaña los pronósticos para las presidenciales en ciernes.

Tania Díaz, primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC):

“Lo mejor que podemos hacer es esperar los resultados de estas negociaciones, confiar en la voluntad de la mayoría, y en la decisión firme del gobierno del presidente Nicolás Maduro que se firme un acuerdo, que vayamos a elecciones presidenciales, que sea lo que los venezolanos de bien decidimos, que somos la mayoría lo que se imponga, aquí va haber elecciones, se va a firmar un pacto, no sabemos si va a ser éste”.

“Ayer estaba lista la mesa, la pluma, y después llegó un momento que la oposición se echó para atrás, cuando estábamos en la Asamblea Nacional, muchas veces hacían eso los diputados de oposición, como con los magistrados”, expresó la dirigente chavista. Ha sido un total toma y daca. Nunca pareció haber verdadera voluntad de conversar. El incordio entre Gobierno y oposición ya casi es de dos décadas, y ha implicado mucha sangre, inclusive.

En su trinchera, el diputado a la Asamblea Nacional, Simón Calzadilla, ya había manifestado sus dudas sobre la posibilidad de lograr un acuerdo.

“Creo que no hay posibilidad alguna de que en República Dominicana se llegue a un acuerdo, creo que lo que allá proponga, en definitiva el Gobierno, tendrá que ser traído para que la MUD, en consulta con liderazgos del país, se tome una decisión definitiva”. Más claro no canta un gallo.

Pero hay quien fue más allá todavía. El cardenal Baltazar Porras Cardozo, lamentó: “Creo que con serenidad y firmeza la sociedad debe movilizarse para expresar lo que la comunidad internacional ha dicho; que es ilegitimo no solo la convocatoria sino los resultados, puesto que está cantado ante las condiciones dadas”. Guerra avisa no mata soldado. El diálogo en Dominicana –no es por ser fatalistas- fue siempre la crónica de un fracaso anunciado.

Alejandro Ramírez Morón

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