Se complica la trama de los venezolanos en Colombia

Santos: "Venezuela pasó de ser el país más rico de la región a ser ahora el más pobre como resultado de la corrupción y el mal Gobierno"
Santos: "Venezuela pasó de ser el país más rico de la región a ser ahora el más pobre como resultado de la corrupción y el mal Gobierno"

CARACAS – “Yo no compararía a Venezuela con Colombia. Son países vecinos, que tienen hitos históricos compartidos, desde la Independencia, e, incluso, desde antes porque la Capitanía General de Venezuela dependía del Virreinato de la Nueva Granada. Pero yo no haría un vínculo, digamos un paralelismo, por razones históricas. Son países con estructuras económicas y sociales totalmente distintas. Venezuela se parece mucho más a países que están lejos, y no cerca como Colombia”, declaró a La Voce d’Italia, el profesor Ángel Álvarez (Universidad de Notre Dame / EEUU), el pasado 07 de septiembre de 2017.

La declaración viene a cuento, porque la migración venezolana en tierra neogranadina ha comenzado a tornarse un verdadero quebradero de cabeza. Desde mediados de 2015, los precios del petróleo venezolano cayeron a mínimos históricos (el barril llegó a estar en 20 dólares), si bien ha experimentado una ligera mejoría. Una aguda escasez de alimentos y medicinas ha eyectado a millares de venezolanos allende nuestras fronteras.

En su más reciente informe, Migración Colombia –a través de Christian Krüger, director de esta entidad- establece que hay dos tipos de migrantes venezolanos en Colombia. La primera clase de migración es la “pendular” (vienen y van, pasan el puente por períodos cortos para mercar o visitar familiares). Ese número es de 632.673 personas. La segunda clase es la “migración regular”. Entran a Colombia con su pasaporte, formalmente al país, casi siempre por turismo. Esos son 263.331 personas.

Un plan de choque

Pero ya la cosa se ha tornado muy grave y severa. “Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, se reunió con autoridades fronterizas de Cúcuta para presentar ‘un plan de choque’ en respuesta a la crisis migratoria por el ingreso de venezolanos en su país, debido a la crisis humanitaria de Venezuela”, establece el matutino El Nacional.

La migración venezolana en tierra neogranadina ha comenzado a tornarse un verdadero quebradero de cabeza
La migración venezolana en tierra neogranadina ha comenzado a tornarse un verdadero quebradero de cabeza

El presidente Santos dijo que se instalará un batallón en la frontera. ¿Para qué? Atacar la inseguridad y regular el ingreso de inmigrantes. Por otro lado, remarcó la necesidad de crear un fondo para atender la “emergencia social y humanitaria” que aqueja la zona, se lee en La Opinión.

“En Colombia nunca habíamos vivido una situación como esta”, dijo Santos.

Pero la presencia de nativos venezolanos en la tierra de Santander no está exenta de peligro y, por qué no, un toque de extravagancia.

“Una cancha deportiva en el barrio Sevilla, en Cúcuta, sirvió de refugio para cientos de venezolanos que hacían vida en sus instalaciones. Ciudadanos a la intemperie y la deriva, en calles y avenidas desconocidas. El espacio se transformó rápidamente en el hogar de todo aquel que decidía cruzar la frontera para huir de la crisis y buscar un mejor futuro”, dice El Nacional. Acá un grupo de 10 venezolanos aproximadamente cobraba vacunas por protección y uso de los espacios. “Hotel Caracas”, se le llamó no sin un poco de cinismo.

El venezolano es hoy mano de obra barata en Colombia. ¿Qué necesitaba un “veneco” –como nos llaman- para entrar a Colombia? Por cualquiera de los 7 pasos terrestres de la frontera, solo el pasaporte vigente y la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF); con esta se permite permanecer un lapso no mayor a siete días continuos.

Pero hay malas noticias. Santos informó que a partir de hoy no se emitirán más tarjetas de movilidad fronteriza y solo podrán entrar los venezolanos que tengan pasaporte o los que habían tramitado la TMF antes del 8 de febrero.

El jefe de Estado ha agradecido el apoyo de la ONU, cuyo coordinador en Colombia es Martín Santiago.

“Le agradezco mucho su apoyo y el del secretario general para ayudar en este problema que está creciendo, un problema serio que tenemos en Colombia con la situación de Venezuela, que tenemos que afrontar con pragmatismo, objetivo y efectividad”, hizo hincapié.

Una situación que se agrava

El mandatario agregó que “esto es una situación que ha venido cambiando; hace un año la situación era completamente distinta a la que tenemos hoy y por eso la capacidad de adaptación de las políticas y de las instituciones se vuelve fundamental”. Hoy ha habido en Colombia un meeting de alto gobierno para evaluar el caso de los migrantes venezolanos.

“También recordó que recientemente han ofrecido su ayuda para afrontar la crisis causada por la llegada de venezolanos tanto el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, porque ambos entendieron que es un problema nuevo para Colombia”, fija un despacho del portal de noticias 24 horas, Globovisión.

El asunto toma ribetes de página roja.

“Cualquier venezolano que se encuentre delinquiendo se le aplicarán medidas judiciales y migratoria correspondientes (…) Vamos a tener un mayor número de funcionarios y vamos a hacer una caracterización de los venezolanos que ya están en el país”, cerró linderos el presidente Santos.

Para rematar, viene como anillo al dedo citar una nota de El País (España), fechada el pasado 13 de agosto de 2017: “En 2015 entraron en Colombia cerca de 329.478 venezolanos; en 2016 la cifra fue de 378.965, un crecimiento de 15%, según datos de Migración Colombia. La Cancillería matiza que no todos llegan para quedarse: el número de entradas es alto, pero también el de salidas. Solo en el primer semestre de 2017 se han registrado 263.000 llegadas y 228.000 salidas, según Migración Colombia. ¿Dónde están los 35.000 restantes? Si han entrado de manera regular, sellando el pasaporte y obteniendo el visado, podrán quedarse 90 días, con una prórroga de otros 90. Si han entrado por zonas no controladas, pasan a formar parte de otro censo”.

Entre ambas naciones siempre ha habido una gran solidaridad. Pero, ¿cuál es el límite razonable entre hermanos para la solidaridad? Colombia, en todo caso, hace gala –hasta ahora- de una gran amplitud y sentido humanitario. Eso se agradece. Claro que sí.

Alejandro Ramírez Morón