CARACAS – Es un grito al cielo en todo el continente que Venezuela encuentre una salida para su crisis. El IV Gabinete Binacional juntó las voces de Colombia y Perú para elevar tal rogatoria. Pidieron al gobierno venezolano también acceder al ingreso de ayuda humanitaria.
Juan Manuel Santos y Pedro Pablo Kuczynski, presidentes de Colombia y Perú, respectivamente, se vieron las caras en el Centro de Formación de la Cooperación Española de Cartagena. ¿La meta? Debatir asuntos bilaterales, pero con la situación venezolana como telón de fondo. El líder peruano fue el primero al bate. Exhortó a los países americanos a pensar en una vía de ayudar a solventar el drama venezolano. “Hay un país, que tiene las reservas petroleras más grandes del mundo, que está aquí al lado, y que está pasando un rato terrible”, lamentó Kuczynski.
Crisis sin parangón en la historia
Desde octubre de 2017, Venezuela se internó en una compleja espiral de hiperinflación, que algunos expertos estiman pueda remontar hasta 30.000% al cierre de 2018, e incluso mucho más allá. La República viene honrando compromisos de deuda, muy a contrapelo, comprometiendo incluso los activos de la Nación. Pese a ello, Standard and Poors ya ha calificado a Venezuela en situación de default.
El precio del barril cayó desde mediados de 2015 a mínimos históricos, rozando un piso de 20 dólares. Esto desató una aguda crisis de desabastecimiento de comida y medicinas, que ha eyectado a millones de compatriotas fuera de nuestras fronteras. De hecho, Santos ha dicho que el principal problema de Colombia hoy es la inmigración venezolana.
En su trinchera, en el IV Gabinete Binacional, el mandatario neo granadino reiteró su llamado al gobierno de Venezuela para que permita el ingreso de ayuda humanitaria. “Hacemos un llamado al gobierno de Venezuela para que permita por lo menos un canal humanitario (…) es inaceptable que ante la situación crítica que está viviendo ese pueblo no permitan una medida humanitaria”, echó de menos el jefe de Estado.
“Se pretende hacerle creer al mundo que en Venezuela hay una crisis humanitaria, un viejo truco unilateralista”, dijo esta semana –como si tal cosa- el canciller Jorge Arreaza, desde Ginebra. Lo cierto es que el próximo 22 de abril habrá unas elecciones presidenciales. El país se juega su destino acá. El ganador estará en Miraflores hasta 2025. Nada menos.
