Crecimiento económico en Venezuela: retos globales

Los economistas aseguran que el petróleo, incluso bien manejado, no es suficiente para recuperar la economía de una Venezuela de más de 30 millones de habitantes

CARACAS – Actualmente, Venezuela enfrenta la crisis económica más profunda en su historia. Desde el punto de vista de varios expertos, esta situación es resultado de múltiples políticas erradas que se han aplicado desde hace algunos años. Entre ellas citan el financiamiento monetario del déficit fiscal por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) y aseguran que esta es la causa de la hiperinflación que ataca al país. También destacan las fallas administrativas de PDVSA, lo que, según ellos, es la raíz del déficit comercial y financiero de la empresa.

El acontecer político actual se podría definir como incierto y dificulta la planificación a mediano plazo. En el panorama se plantea el escenario de un cambio de rumbo en la política como la única solución para salir de la crisis general. Uno de los puntos centrales para los economistas es la necesidad de diversificar la economía.

Algunos argumentan que el país debe especializarse en el mercado petrolero. Estos toman como base que en el pasado los esfuerzos dirigidos a “sembrar el petróleo” crearon espacios para la extracción de rentas y aseguran que lo mejor sería enfocarse en esto y explotarlo.

Otros sostienen que en Venezuela se pueden identificar sectores con oportunidades de crecimiento latentes. A partir de esos hallazgos se podrían crear oportunidades de diversificación y alrededor de ellas hilar políticas efectivas para el desarrollo productivo nacional.

Necesidad de diversificación

El sector petrolero, aún en su estado actual de deterioro, representa cerca del 95% de las exportaciones del país.

Planteando un escenario optimista, supongamos que la producción petrolera se eleva progresivamente hasta alcanzar 6 millones de barriles diarios en el 2023, además, mantenemos el nivel de precios promedios de 2017 y el consumo interno de hidrocarburos se mantiene estable, las exportaciones petroleras per cápita ascenderían hasta unos 2.700 USD anuales. Esto representaría, dentro de unos 6 años, cerca del 25% del ingreso actual de exportaciones por habitante de Trinidad y Tobago.

Para los expertos el punto es claro, el petróleo, incluso bien manejado, no es suficiente para recuperar la economía de una Venezuela de más de 30 millones de habitantes. Los economistas aseguran que el reto fundamental es superar la dependencia y el rentismo petrolero.

Para un país es imposible aspirar a que una sola actividad o recurso genere un nivel de desarrollo deseable. Partiendo desde los hechos y lo que demuestra la historia, la dependencia a las actividades extractivas representa un obstáculo al desarrollo. Por el contrario, la diversificación productiva lleva a procesos de crecimiento económicos estables, empleos de alta calidad y aceleración de la innovación tecnológica.

Los especialistas toman como ejemplo a los países Arabia Saudita y Trinidad y Tobago, naciones con estructuras productivas similares a la nuestra, los cuales se encuentran avanzando en agendas ambiciosas de desarrollo productivo.

Aspiraciones productivas del país

Recientemente, Carlos Daboin, Gabriel Hernández y José Ramón Morales expresaron que nuestra dependencia de sectores extractivos en general, y del petróleo crudo en particular, nos ubica en una periferia un tanto aislada del mercado de productos. Eso representa un impedimento para descubrir las nuevas capacidades.

Con base en la actual estructura productiva, los sectores más cercanos y estratégicos – mejor conectados a los productos que ya producimos – serían los de materias primas como el gas, carbón y otros minerales, pescado, tabaco, entre otros.

Según los expertos, la situación pinta un panorama complicado para la diversificación orgánica de la economía venezolana. Los estudios del Prof. Ricardo Hausmann sugieren que los países con las características que reúne Venezuela requieren de políticas que estimulen la aparición de sectores que estimulen el proceso de innovación y diversificación.

La diversificación es la solución y el reto

La diversificación productiva de Venezuela debe partir de estudios exhaustivos que permitan diseñar políticas públicas orientadas al estímulo del desarrollo de varios mercados en el país.

Es conveniente reflexionar sobre el entorno económico, financiero y ambiental en el que se ejecutan las relaciones e intercambios comerciales, así como el dilema de continuar como un país monoproductor de petróleo y el costo que esto representa.

Se podría decir que son limitadas las opciones para un país anclado a un modelo rentista dentro de un mundo global orientado a la diversidad y el crecimiento. Para entrar en el “juego” es necesario considerar nuevos escenarios en un entorno cambiante y complejo que demanda la utilización de nuevas tecnologías.

En Perú la economía ha crecido de manera significativa durante los últimos años. Presenta una de las tasas de inflación más bajas de la región y altos niveles de exportación e un mercado latente. Este país se ha enfocado en exportar productos como el maíz, el mango, la papa, verdura y hortalizas, haciendo grades aportes al PIB per cápita.

Venezuela desde hace muchos años ha sido productora de muchos de estos rubros. Redimensionar  y ampliar el enfoque de producción y crear incentivos a los productores venezolanos puede diversificar la producción y, en consecuencia, realizar aportes al PIB nacional.

La economía de Chile es potencia en exportación de minerales, elementos que Venezuela posee en abundancia, pero no se han sabido aprovechar.

La clave de un crecimiento futuro dependerá de la conciencia de asumir las tendencias globales como una oportunidad y enfrentar el reto de construir una economía diversificada, moderna y productiva.

Karen Valero

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