Colombia quiere evitar xenofobia por indigencia venezolana

El vocero del Gobierno colombiano admitió que ciudadanos colombianos han reclamado más acción por parte de las autoridades ante la llegada incesante de inmigrantes
El vocero del Gobierno colombiano admitió que ciudadanos colombianos han reclamado más acción por parte de las autoridades ante la llegada incesante de inmigrantes

CARACAS – El vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, brindó una rueda de prensa para ofrecer detalles de la masiva migración de venezolanos que todos los días cruzan la frontera hacia su país. Destacó que a pesar de la crisis migratoria que se ha generado, no se han producido reacciones antiinmigración y espera que se puedan evitar posibles estallidos de xenofobia.

Asegura que uno de los motivos por lo que se ha logrado mitigar estos riesgos es que en el pasado se estima que entre tres y cuatro millones de colombianos fueron los que cruzaron la frontera para migrar. Esto generó lo que calificó el vicepresidente como “una relación funcional familiar de nacionales colombianos y venezolanos. Puesto que gran parte de los pobladores de ambas naciones tienen familiares en su vecino país”.

Sin embargo, admitió que muchos ciudadanos en Colombia reclaman más acción por parte de las autoridades, frente a la llegada incesante de inmigrantes. Especialmente en la demanda de acceso a servicios públicos como la salud o la educación y sobre el deterioro “que se pueda dar, especialmente como formas de indigencia callejera en las ciudades”.

Venezolanos por las calles de Colombia

Las denuncias sobre indigencia de los inmigrantes se han hecho cada vez más recurrentes en los últimos días, y con especial énfasis en la ciudad de Cúcuta, la más próxima a Venezuela. Recurrentes imágenes se han movilizado a través de las redes sociales, de venezolanos durmiendo en colchonetas improvisadas en aceras y plazas.

Uno de los casos que ha tenido mayor relevancia en las últimas semanas es la de la comunidad indígena Yukpa, cuyos niños se han visto deambulando en soledad por las calles de Cúcuta. Los indígenas conviven desde hace meses en un puente que comunica la ciudad con el municipio Pedro María Ureña. En más de tres ocasiones han sido devueltos a Venezuela pero regresan alegando que son mejores sus condiciones en Colombia.

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