CARACAS – El Gobierno de los Estados Unidos anunció la aprobación de una nueva partida de 2.5 millones de dólares en asistencia humanitaria para los venezolanos que llegan a Colombia huyendo de la crisis general que afecta al País.
De acuerdo con Mark Green, director de la Agencia para la Cooperación estadounidense (Usaid, por sus siglas en inglés), estos fondos adicionales se usarán para ofrecer alimentos y servicios médicos de emergencia “para los venezolanos vulnerables y las comunidades que los reciben”.
“La afluencia de cientos de miles de venezolanos ha puesto a prueba los servicios médicos y sociales de las comunidades fronterizas colombianas y de otros (países) en todo el Hemisferio Occidental”, agregó el director.
De igual manera, advirtió que la crisis en Venezuela se está “extendiendo” a la región, fundamentalmente provocada por “el hambre” que sufren los venezolanos a raíz de “la continua mala administración política y corrupción por parte del régimen de Maduro”.
Tras el anuncio de la ayuda humanitaria, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, expresó que la decisión del Gobierno estadounidense responde al reciente llamado de la ONU para proporcionar “ayuda inmediata” a los damnificados por la crisis venezolana.
La ayuda estadounidense se suma a los 2,4 millones de dólares donados por la Unión Europea (UE), la semana pasada, para asistir a los 550.000 venezolanos que, según cálculos, están instalados ya en territorio colombiano.
Venezolanos expulsados de Brasil
La crisis económica se profundiza, se hace insostenible, y cada día más venezolanos huyen del país en busca de mejores condiciones de vida. En algunos casos, “el remedio puede ser peor que la enfermedad” y el éxodo muestra su peor cara.
Recientemente, habitantes de un municipio en Roraima, estado brasileño fronterizo con Venezuela, expulsaron a un grupo de venezolanos que se habían refugiado en una escuela abandonada.
Esta situación se generó a raíz de una protesta por la muerte de un morador. El fallecido fue identificado como Eulis Marinho de Souza, de 49 años, que se encontraba en el mismo lugar donde se presentó una pelea entre venezolanos, uno de los cuales también murió.
En la manifestación participaron unos 300 habitantes del municipio. Los residentes entraron en una escuela abandonada donde se refugiaban los inmigrantes, destruyeron algunas pertenencias, prendieron fuego a otras y expulsaron venezolanos que vivían en el lugar.
Ante este acontecimiento, los inmigrantes salieron y dejaron atrás sus pertenencias y alimentos, entre los que se encontraban varios paquetes de harina que fueron rasgados y esparcidos por el lugar.
Este no es el primer ataque que sufren venezolanos en el estado de Roraima. En el mes de febrero, desconocidos arrojaron un cóctel molotov a una residencia en la que dormían trece inmigrantes venezolanos de la misma familia, incluyendo siete menores de edad.
Los hechos, que dejaron cuatro personas heridas, fueron condenados por sindicatos y organizaciones de derechos humanos.
Santos y Temer
El presidente de Brasil, Michel Temer, recibió a su par colombiano, Juan Manuel Santos, con quien se reunirá para analizar las relaciones comerciales bilaterales y el impacto del flujo migratorio procedente de Venezuela.
En los últimos meses, ambas naciones han recibido un “intenso flujo de inmigrantes” llegados desde el vecino país y que ha obligado a ambas naciones a tomar medidas de carácter humanitario.
En Colombia se calcula que en los últimos dos años han ingresado más de 500 000 venezolanos, mientras que esa cifra en Brasil se ubica en unos 40 000, de acuerdo con datos oficiales.
La mayoría de los venezolanos que optaron por Brasil, entraron por el estado de Roraima, uno de las regiones más empobrecidas del país y cuyos servicios públicos se han visto colapsados por la llegada masiva de inmigrantes.
