Estados Unidos analizará diversos factores en elecciones venezolanas

Il funzionario americano assicura che non c’è trasparenza nelle condizioni comiziali. 
Il funzionario americano assicura che non c’è trasparenza nelle condizioni comiziali. 

CARACAS – El encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela (máxima autoridad estadounidense en el país), Todd Robinson, manifestó que el 20 de mayo serán los venezolanos quienes den, o no, credibilidad a las elecciones presidenciales. Con esto, aseguró que Estados Unidos tomaría acciones correspondientes a la decisión final de los venezolanos.

Robinson indicó que las decisiones de Estados Unidos con respecto a las elecciones dependerán de diversos factores. Entre los enumerados, destacan la participación de los partidos políticos o de la población del país, además de las opiniones que tengan los países fronterizos y los organismos internacionales. Agregó que su país trabajará para lograr un sistema electoral en Venezuela “fuerte, abierto y transparente”.

El diplomático aseguró que tiene el deseo de reunirse con el presidente Nicolás Maduro para buscar un espacio de diálogo entre los dos países. Además, afirmó que los venezolanos deben abrir un diálogo entre sí, para que los partidos políticos en conjunto con el Consejo Nacional Electoral (CNE) puedan dejar una vía libre para que todos los partidos y candidatos puedan participar si lo desean.

Los comicios electorales del 20 de mayo fueron convocados de manera anticipada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) originalmente para el 20 de abril. En ese momento, el Gobierno de Estados Unidos, al igual que otros países de la región y de Europa, aseguró que no reconocería los resultados que arrojase el proceso, por no considerarlos legítimos, justos o libres.

Desde Washington se ha venido reiterando un llamado “al establecimiento de un calendario electoral en cumplimiento con la Constitución” y en consulta con la “legítima” Asamblea Nacional (AN). El país norteamericano también ha solicitado que se permita la participación de todos los partidos y líderes políticos, así como una observación internacional “creíble” y una autoridad electoral “independiente”, como también lo han hecho líderes opositores.

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