¿Miraflores fuera de juego?: Venezuela como Estado fallido

La UIP ha denunciado hoy que en Venezuela no se respetan los derechos humanos de nuestros diputados
La UIP ha denunciado hoy que en Venezuela no se respetan los derechos humanos de nuestros diputados

CARACAS – La democracia, bien entendida, no es otra cosa que un sistema de pesos y contrapesos. Usualmente se trata de los clásicos 3 poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En Venezuela se han añadido dos más, pero eso sería lo de menos. Lo lamentable acá es que hay una genuina desproporción en la distribución del poder, a esta hora, en Tierra de Gracia.

Caso palmario es el de la Asamblea Nacional (AN), cuyos diputados no cobran sus salarios hace más de un año, verbigracia. Eso, entre una ristra no poco lamentable de ataques al Parlamento, que hacen del mismo prácticamente un cascarón vacío, un jarrón chino, una mera figura decorativa. Esto no está bien, ni le hace servicio alguno a la Nación.

En julio de 2017, cerca de 200 simpatizantes del Gobierno asaltaron por la fuerza el Palacio Federal Legislativo. Tubos y objetos contundentes. Esas fueron las armas procaces que se emplearon para agredir así a parlamentarios como a trabajadores de la AN. Al menos 12 heridos quedaron en la aciaga contabilidad del suceso.

En su trinchera, el pasado mes de octubre, la diputada Delsa Solórzano (UNT) deslizó ante medios locales que la Unión Interparlamentaria (UIP) había verificado 73 casos de violación a los derechos humanos de los parlamentarios venezolanos.

“Cayapa” contra los diputados

Solórzano es diputada a la AN por el estado Miranda, “abanderada por la Mesa de la Unidad Democrática, para el periodo 2016-2021 y presidenta de la Comisión de Política Interior, ratificada el 30 de enero de 2018”, según se lee en el portal Poderopedia, especializado en dinero y poder.

Se expresó en estos términos, en aquella ocasión: “73 casos convierten a Venezuela en el país donde más se violan los derechos humanos de los parlamentarios, cada vez que se va a al exterior a exponer la situación del país puede haber represalias tales como romper el pasaporte de los diputados”. Es algo que no se puede concebir en un entorno de respeto democrático. No.

Y en febrero pasado el Comité de DDHH del organismo colocó su irrestricta denuncia mediante un comunicado:

“El Comité ha instado a las autoridades venezolanas a que detengan de forma inmediata el acoso y los ataques contra los parlamentarios de la oposición, y a que adopten medidas eficaces para exigir cuentas a los responsables de abusos anteriores”.

Ayer un puñado de miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) fue rechazado al intentar entrar en la 138 Asamblea de la Unión Inter Parlamentaria (UIP). Hablamos en concreto de Elvis Amoroso, Tania Díaz, Darío Díaz y Saúl Ortega, quienes se hacían acompañar por el embajador Jorge Valero. Los parlamentos de 178 países miembros y a 12 asociados están en el encuentro, que tiene lugar a esta hora en Chemin du Pommier 5, 1218 Le Grand-Saconnex, en Ginebra, Suiza.

Hoy ha habido más noticias frescas desde Suiza: la delegación Española de la UIP –por medio de algunos de sus integrantes- denunció que Venezuela no garantiza a los parlamentarios sus derechos humanos. En otro orden de ideas, rechazaron también la negativa de la gestión Maduro de abrir un corredor humanitario.

En enero pasado, la parlamentaria Gaby Arellano (VP), solicitó abrir una campaña para encarecer a la ONU se establezca un corredor humanitario a lo largo y ancho de la frontera. Arellano es presidenta de la Comisión de Política Interior.

Venezuela: Del cielo al suelo

“Venezuela ha pasado de ser la democracia más ejemplar de América Latina para convertirse en un estado fallido “, fustigó el abanderado de la delegación española en la UIP. Ha dicho que Venezuela planta cara a un momento complejo. No se le puede abandonar ahora. El alto portavoz remarcó el orgullo de la UIP ante el trabajo de los partidos políticos en Venezuela.

“Tenemos la obligación de continuar tomando medidas legales para ayudar a los venezolanos”, quiso poner énfasis en lo crucial de no bajar la guardia ante la singular tragedia criolla.

La confluencia de todos los partidos, que era la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha sido enviada relativamente a los lockers, de momento, y hasta nuevo aviso.
La confluencia de todos los partidos, que era la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha sido enviada relativamente a los lockers, de momento, y hasta nuevo aviso.

El rol de los partidos políticos en la democracia mundial, ha sido cuestionado desde hace más de 20 años por las escuelas de Estudios Políticos más serias del orbe. Con todo, se admite que –en el peor de los casos- siguen siendo un mal necesario. En Venezuela asistimos a un ejemplo sui generis. La confluencia de todos los partidos, que era la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha sido enviada relativamente a los lockers, de momento, y hasta nuevo aviso. Si bien se ha sumado al Frente Amplio Venezuela Libre, ya no tiene la preponderancia que tuvo hasta ahora.

Pero es verdad que los diputados de la AN llegaron a tener mayoría calificada luego de una lucha muy dura de la MUD, que hasta sus más acérrimos detractores reconocen como un hito. Hablamos de 7.9 millones de votos, que capitalizaron un descontento creciente ante la franquicia roja rojita. Hay que entender que se habla de “la bancada de la MUD”. Por lo tanto, esto que ahora pone de relieve la UIP es de importancia más que capital.

Los visitantes de la ANC no fueron muy bien recibidos ayer, que se diga. Esto envía un mensaje más que claro a la opinión pública mundial: en Venezuela algo huele muy mal. ¿Demasiadas manos en la sopa han puesto finalmente morado el caldo? Tal vez. Por esto se nos calibra como un “Estado fallido”. No es decir poca cosa. Para nada.

Hay un célebre libro del profesor Eleazar Díaz Rangel, siempre alineado con el pensamiento de Hugo Chávez, siempre una referencia obligada de la prensa vernácula: Miraflores fuera de juego. Tal vez haya que pensar en esa idea. Si pierde el Ejecutivo, pierden los demás poderes.

Alejandro Ramírez Morón

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