Crovato sufrió en la cárcel que será universidad

Marcelo Crovato asegura que en el primer mes y medio en la cárcel de Yare III perdió 25 kilos y le tocó beber agua contaminada
Marcelo Crovato asegura que en el primer mes y medio en la cárcel de Yare III perdió 25 kilos y le tocó beber agua contaminada

CARACAS – Marcelo Crovato es un abogado argentino que estuvo privado de libertad en Venezuela y queuna vez que se le otorgara  casa por cárcel, logró escapar por la frontera con Colombia luego de cuatro años de ser detenido. Nuevamente a su país, el defensor de derechos humanos brindó una entrevista con el medio Infobae narrando su experiencia como preso en Venezuela.

Para Crovato, su detención y posterior encarcelamiento se trató de un “escarmiento” a la organización en la que trabajaba, Foro Penal, por denunciar violaciones de derechos humanos por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Inclusive recuerda al juez que dictaminó su aprehensión como ilegal al no existir orden judicial ni delito cometido en flagrancia, pero que aun así, ordenó su reclusión en una cárcel común.

El abogado argentino no duda en calificar como un “infierno” las cárceles venezolanas. Como lugar de reclusión se le asignó un penal controlado por el Gobierno como lo es Yare III. Afirma que las condiciones de vida son muy precarias en estos penales, en mes y medio perdió 25 kilos de peso y asegura haber tenido que beber agua contaminada. Además, carecía de atención médica.

Yare: De centro cerrado a centro de estudios

Justamente el lugar de reclusión de Crovato, el penal de Yare, fue noticia cuando el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, propuso hacer una universidad de ciencias políticas en este lugar. El gobernador indicó que con este propósito, la cárcel será cerrada y la población penitenciaria será reubicada a otros centros.

Sobre esto, el director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, considera que la propuesta “está fuera de lugar” y que las prioridades del sistema penitenciario son otras. Como ejemplo de esto, Prado dice que el hacinamiento alcanza un 230% del total de cárceles en el país. Además, habla de retardo judicial, falta de jueces idóneos y personas que sepan gerenciar los centros penitenciarios.