CARACAS – El asueto de Semana Santa no queda exento de la crisis y escasez de efectivo que sufren los venezolanos. A pesar de esto, se mantiene la tradición de dirigirse a las costas y disfrutar el día bajo el sol. Algunos de los temporadistas cuentan con el dinero necesario para cubrir sus gastos, como los pasajes de autobús y el pago de los toldos y sillas, pero los altos precios de los productos que venden en las playas obligan a las familias a llevar todo lo que van a consumir.
En las costas del estado Vargas se puede apreciar como las familias llegan con varios contenedores de comida, refrescos, agua y chucherías. Algunos cuentan con viviendas cerca de la playa, por lo que se ahorran los gastos de hospedaje, otros pagan la estadía y muchos realizan un viaje de “ida y vuelta”.
Según reseñó El Estímulo, una ciudadana que esperaba el autobús en la estación de metro Gato Negro, en Caracas, donde tenía más de dos horas esperando para ir a la costa venezolana, expresó:
“Ahorita no se puede, el efectivo está caótico, pero uno aprovecha de pasar estos días especiales con la familia”.
Su hijo contó que solo pudo conseguir Bs. 500.000 en efectivo para los pasajes. Debido a la escasez de papel moneda tuvo que cancelar 50% más por la transferencia para que le dieran esa cantidad en billetes.
Otra habitante de la capital también se animó a bajar a La Guaira, pero tratando de gastar lo menos posible. Para ahorrar efectivo y no comprar en la playa llevó sánduches rellenos de jamón y queso, galletas de soda, chucherías, jugo natural y agua para ella y su pareja.
De acuerdo con el portal digital de noticias, la pareja solo logró conseguir Bs. 300.000 para los pasajes. En sus intenciones no estaban alquilar toldos y sillas, al menos que pudiesen cancelar con tarjeta de débito.
Tradicionalmente, frente a la estación del metro Gato Negro se toman los autobuses para bajar a La Guaira. El costo de los pasajes para Camurí Chico, Los Cocos, Macuto, Playa Verde y Catia La Mar es de Bs. 18.000, mientras que para Naiguatá tiene un valor de Bs. 20.000. El pasaje tiene un recargo de 20% durante el asueto. Esto causó molestia en los usuarios, quienes expresaron que los transportistas aumentan el pasaje arbitrariamente.
La crisis económica que atraviesa el país hace que menos familias puedan realizar actividades recreativas. Quienes deciden despejar su mente y disfrutar en familia se ven obligados a llevar hasta el agua que van a consumir en la playa.
