ANCE: Venezuela entre recesión e hiperinflación

CARACAS – La Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE) de Venezuela publicó un informe sobre la evolución de los principales indicadores económicos coyunturales y variables macroeconómicas del país.

El documento precisa que los signos económicos del 2017 no permiten presentar un panorama favorable para este año. Además, reseña que, de acuerdo con las estimaciones del presidente de la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo económico de la Asamblea Nacional (AN), José Guerra, la caída en la actividad económica apunta a 13.2%.

De igual manera, la producción petrolera se encuentra en picada. Este sector de la economía venezolana – generador del 96% de los ingresos del país- redujo la producción a 649 barriles diarios en diciembre, según información suministrada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Déficit e hiperinflación

En los últimos meses, los precios de exportación de la canasta petrolera venezolana se han mantenido en alza. A pesar de eso, los ingresos que percibió la nación  por la venta de hidrocarburos prácticamente no se alteraron.

En consecuencia, las importaciones no aumentaron y se prolongó la escasez de insumos y bienes de consumo importados.

Para finales del año 2017, el atraso en el pago de algunos compromisos vencidos por parte del Estado y de la empresa estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), llevó a agencias calificadoras de riesgo a declararlas en default selectivo.

Asimismo, la inflación medida por la Comisión de Finanzas de la AN, usando la misma metodología que el Banco Central de Venezuela (BCV), cerró en 2.616%, lo que declara la existencia de hiperinflación.

El documento de la ANCE expresa que Venezuela arrastra enormes déficits en la gestión pública desde 2009 – mayor al 12% del PIB para el año pasado.  La cotización del dólar “paralelo” aumentó 3.420% y la emisión monetaria del BCV para financiar estos déficits se multiplicó por más de 20.

Perspectivas económicas

En este sentido, la ANCE advierte que de no cambiar las políticas aplicadas por el Gobierno, el desempeño de este sector en el país para 2018 continuará empeorando.

El escenario no se muestra muy esperanzador, las sanciones económicas impuestas a altos funcionarios públicos y a las transacciones económicas internacionales acentúan la restricción.

Además, indica que las insuficiencias en la obtención de ingresos  externos limitarán la producción interna. Esto traerá como consecuencia la prolongación de la asfixia de la capacidad productiva y la reducción de las posibilidades de consumo de la población.

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