Fábula de Josh Holton atrapado en un juego siniestro

Dos parlamentarios estadounidenses se han reunido con Maduro, para solicitar la liberación de Josh Holton. Marco Rubio alertó que nadie sino Trump puede negociar con Caracas
Dos parlamentarios estadounidenses se han reunido con Maduro, para solicitar la liberación de Josh Holton. Marco Rubio alertó que nadie sino Trump puede negociar con Caracas

CARACAS – Josh Holton. Ese es su nombre. Se trata de un misionero mormón, de nacionalidad estadounidense, específicamente nacido en el estado de Utah. Presunto porte ilícito de armamento de guerra, terrorismo y espionaje. Esos son los cargos que lo mantienen preso en El Helicoide. Tiene 20 meses a la espera de un juicio. El senador demócrata Dick Durbin (Illinois) y el diputado republicano Pete Sessions (Texas) estuvieron recién en Venezuela, reunidos con Nicolás Maduro. Pero, ¿para qué?

La vocera de Sessions explicó: su visita estuvo asociada al trabajo que el congresista norteamericano llevó a efecto durante 2017, como mediador en los problemas de Venezuela. En cuanto a Durbin, la idea era reunirse con el Gobierno y la nomenclatura opositora, según despachó su portavoz al portal de la agencia Bloomberg.

No hay segundas vías

Hoy el senador de Estados Unidos, Marco Rubio –siempre muy militante cuando de Venezuela se trata-, advirtió a este dúo de parlamentarios que no deben lanzar un puente secundario con la gestión Maduro. Al menos no mientras Trump y sus aliados regionales juntan sudores para hacer crecer el lote de sanciones y consolidar un frente su régimen. El próximo 20 de mayo habrá en Venezuela unas elecciones presidenciales, que el Departamento de Estado ha dicho no serán reconocidos por el gigante del norte.

Sessions y Durbin se sentaron con Maduro y otras fichas de alto calibre para agenciar la liberación de Josh Holton. No obstante, Rubio ha dicho que Maduro procura ver a funcionarios de EEUU con miras a legitimar su poder, alcanzar concesiones y esquivar más sanciones adicionales, toda vez que la tierra de Truman Capote ya asoma el garrote en un embargo petrolero, y, peor aún, ha sugerido de modo discreto que no descarta una intervención militar.

“No hay un canal secundario de Maduro con nadie en el gobierno de los EEUU con el poder o la autoridad para llegar a un acuerdo u ofrecer concesiones”, puso en claro –enfáticamente- Marco Rubio. Y quiso agregar: “El presidente Trump no va a ser engañado para hacer algunas concesiones ridículas”.

Visto por cualquier flanco, el incordio entre el chavismo y los Estados Unidos es ya de larga data. El fenecido Hugo Chávez era un devoto conspicuo de la revolución cubana, y un alumno disciplinado de Fidel Castro. Ergo, la franquicia antillana vino con odio anti imperialista indicado en el manual.

El 02 de marzo de este año, el matutino El Nacional escribió:

“El religioso es acusado de presunto porte ilícito de armamento de guerra, terrorismo y espionaje, cargos que enfrenta junto con su esposa Tamara Belén Caleño, ecuatoriana nacionalizada venezolana. Holton, quien conoció a la venezolana de su misma religión en un foro por internet, llegó a Venezuela el 11 de junio de 2016 para casarse con ella”.

La nota añade que:

“La pareja tenía dos semanas de haber contraído matrimonio y se encontraba residenciada en el complejo habitacional Ciudad Caribia, ubicado a 22 kilómetros de Caracas. El 30 de junio fueron detenidos en un operativo de los cuerpos de seguridad del Estado”.

Los rehenes como peones

Marco Rubio dijo conocer la dolorosa situación de Holton y otros ciudadanos estadounidenses, pero enfatizó que la gestión Maduro “usa a los rehenes como peones”. Se torna –piensa- cada vez más desesperado y pierde poder, conforme despliega alas el ave maligna de la crisis humanitaria.

Marco Rubio garantizó que conoce la dolorosa situación de Holton y otros ciudadanos estadounidenses, pero puso en claro: Maduro “usa a los rehenes como peones”.
Marco Rubio garantizó que conoce la dolorosa situación de Holton y otros ciudadanos estadounidenses, pero puso en claro: Maduro “usa a los rehenes como peones”.

“Yo también quiero liberar a Joshua Holton y que regrese a casa de inmediato (…) Pero no tengo ninguna duda de que mientras Trump sea presidente, la única forma de que se levanten las sanciones es si Maduro deja el poder, se restaura la Asamblea Nacional y se programan elecciones libres y justas para elegir un nuevo presidente”, remató Marco Rubio.

Desde la llegada al poder de Nicolás Maduro, los vínculos con la Casa Blanca se han ido tensando de modo progresivo. Y acá el pequeño fuego que terminó por encender el bosque entero: en marzo de 2015, Barack Obama declaró una “emergencia nacional” por la amenaza “inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional y a la política exterior causada por la crisis de Venezuela. El demócrata –quien se midió en primarias antes con Hillary Clinton- lanzó sanciones contra 7 funcionarios por violación de DDHH y corrupción. Hoy la cosa pinta color de hormiga.

Alejandro Ramírez Morón

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