El chavismo continúa en Puente Llaguno

La oposición mantiene la versión de que pistoleros oficialistas arremetieron desde Puente Llaguno contra la marcha opositora del 11 de abril de 2002
La oposición mantiene la versión de que pistoleros oficialistas arremetieron desde Puente Llaguno contra la marcha opositora del 11 de abril de 2002

CARACAS – Desde horas de la mañana, han permanecido cerrados todos los accesos que dan a Puente Llaguno, en el centro de Caracas, incluyendo además, el paso vehicular a través de la avenida Urdaneta. El cierre se ejecuta por los actos de conmemoración que llevará a cabo el chavismo para recordar los hechos acaecidos en ese lugar el 11 de abril del año 2002.

Puente Llaguno fue el lugar donde se desataron los acontecimientos más relevantes en el marco del golpe de estado sufrido por el presidente Chávez que dos días más tarde recuperaría el poder. Los hechos de aquel día no han sido esclarecidos y mucho menos lo que aconteció en este lugar, donde desde tempranas horas se efectuó una concentración chavista en respaldo al presidente.

Todo comenzó con una manifestación convocada por los sectores de oposición representados en la Coordinadora Democrática (CD) en la sede de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Chuao. Desde la tarima instalada a las afueras de la sede petrolera, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, fue el encargado de animar a los presentes, a dirigirse al Palacio de Miraflores.

Cuando esta marcha atravesaba la avenida Baralt, en dirección a su destino, es cuando da inicio la confusión y suenan disparos que llegan a impactar en manifestantes opositores. La versión opositora indica que oficialistas apostados en Puente Llaguno fueron los culpables de la muerte de 19 personas, mientras que el chavismo ha culpado a la oposición de colocar francotiradores que generasen caos.

El 11 de abril representa un día de muchas heridas que no han sanado. La sociedad venezolana no volvió a ser la misma desde que entre Puente Llaguno y la avenida Baralt, la polarización política se transformara en violencia en las calles del centro de la capital. En 16 años que han pasado, no se esclarecen los hechos ni parece haber reconciliación posible.

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