CARACAS – Un informe interno de PDVSA señala que las refinerías petroleras de Venezuela para el primer trimestre de 2018 operaron a 31% de su capacidad instalada, para un total de 1,62 millones de barriles por día, cifras muy por debajo a las del año previo.
La reducción de la operatividad es consecuencia de la falta de repuestos, mantenimiento, fallo del crudo para sus instalaciones y la salida de personal especializado y técnico, razones por las cuales ha sido cuesta arriba mantener los niveles de producción.
Las refinerías de Amuay, Cardón, Isla, Puerto La Cruz y El Palito de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) procesaron 510.000 barriles por día (bpd) de crudo entre enero y marzo de 2018, una fuerte disminución frente al promedio de 631.000 bpd de todo el año pasado, detalló el documento de Reuters.
Mientras que la baja tasa de procesamiento ha ocasionado carencia de productos refinados para cumplir con los compromisos de exportación del país.
Pdvsa se enfrentará a un déficit de 14.000 bpd -principalmente de diésel y combustible de aviación- para los contratos de exportación a los que debe responder en mayo próximo, a pesar que la actual demanda interna de combustible se ha mantenido por debajo del pico de 750.000 bpd de hace die años atrás.
La reducción de la demanda local debería haber dejado un excedente para exportaciones. Sin embargo, el déficit continúa generando retrasos en las entregas y sólo se consignan parte de los cargamentos prometidos.
A pesar que la falta de repuestos y materias primas para operar las refinerías es el problema más crítico para Pdvsa, la falta de crudo para procesar se ha convertido en el otro gran inconveniente que obliga a la estatal a tener que importar petróleo.
La fuga de talentos
La nómina de Pdvsa está siendo afectada por un éxodo masivo de profesionales de rango alto y medio, operadores y técnicos, lo que ha dejado un vacío difícil de llenar con personal especializado y con experiencia, sobretodo en un momento en el que se registra una de las caídas más críticas en 33 años.
Según Reuters la situación se ha complicado por la hiperinflación venezolana, el hambre y ha sido estimulada también por los cambios internos en la petrolera que ha causado malestar entre los trabajadores.
Más de 25.000 empleados de áreas operacionales clave, como ingenieros, geólogos, operadores de plantas, electricistas y mecánicos, entre otros, renunciaron en el último año hasta finales de enero de 2018, según cifras de Recursos Humanos vistas por Iván Freites, un líder sindical y operador en Pdvsa. Datos oficiales demuestran que la nómina al cierre del 2016 era de 146.226 trabajadores, reseña el portal Banca y Negocios
Freites no tiene las últimas cifras pero asegura que las renuncias crecieron este año.
“(La fuga) ha aumentado, es indetenible, es indetenible”, dijo.
La nómina de Pdvsa creció luego de la nacionalización de firmas de servicios petroleros en Venezuela en el 2009 y después que contrató personal no especializado para atender los programas sociales, sin embargo las renuncias masivas hacen que la petrolera pierda talentos en áreas operativas vitales y difíciles de reemplazar.
A pesar de no haber logrado equilibrar las vacantes más exigentes, los que quedan asumen las labores de quienes se han ido y por ello muchas plantas operan con dos o tres trabajadores en vez de los cinco requeridos.
Lamentable pero el mantenimiento y operaciones de la petrolera cuyas exportaciones aportan más del 90 por ciento de los ingresos del país, cada día presenta un déficit mayor de operadores de plantas, instrumentistas, electricistas, mecánicos, ingenieros petroleros, de procesos y de automatización.
