CARACAS – Arrancó la campaña. Sainete o no, las presidenciales van el 20 de mayo. Los gobiernos de EEUU, Colombia, Panamá y España (aparte del Frente Amplio Venezuela Libre) ya han dicho que no reconocerán los resultados. Puertas adentro, las críticas han sobrado. Sin embargo, Nicolás Maduro –candidato del PSUV y quien va por la reelección- comenzó a hacer proselitismo en el estado Bolívar: dijo estarse preparando “para consolidar una patria productiva y soberana en los próximos seis años de gobierno”. Su palabra vaya adelante. Hinterlaces le da 52% en la intención de voto.
Maduro ha tenido que resistir las embestidas feroces de la comunidad internacional. Los sucesos de calle de 2017 –que dejaron un saldo de 158 muertos según contó el equipo de investigación de Runrunes- lo dejaron muy mal parado. De todos modos, dijo que “aquí estoy más fuerte que nunca, listo para la batalla, superar los problemas y abrirle el espacio a la prosperidad”.
¿Cuál es la premisa de su campaña? “Unir el amor del pueblo para vencer la guerra económica multiforme que ejercen sectores de la burguesía nacional e internacional para sabotear al país”. La oposición dice que el oficialismo ha quebrado las arcas del Estado, pero los oficialistas devuelven la pelota siempre con el asunto de la guerra económica.
Un gobierno de inclusión
En la otra esquina está en candidato de Avanzada Progresista (AP), Henri Falcón. Es el que trae el segundo lugar. Se sabe que toda campaña presidencial es una zona de promesas. ¿Cuál es la esencial del Falcón? Su gobierno sería de inclusión y no de exclusión. Invita a los empleados públicos a no tener miedo. “Deben perder el temor” de concurrir a las urnas el 20M.
“Los trabajadores de la administración pública deben perder el temor porque este será un gobierno de la inclusión, sin excluir. Que nadie piense que los van a botar, esto es un gobierno de estabilidad laboral y de compromiso con los trabajadores”, trató de espantar al espíritu de la duda o el miedo a otra Lista Tascón.
Falcón suele hacer gala más bien de un verbo austero, e, incluso, puede decirse que si se analiza su discurso se verifica cierta apelación frecuente a los criterios técnicos, a la data dura. Deben ser sus asesores. Pero esta vez ha inflamado la vocería: su gobierno sería de “salvación nacional”; nada menos. Invitados a participar quedan los “más comprometidos”.
Tal vez un profesor universitario como jefe de campaña (el ex adeco Claudio Fermín) le haya indicado decir esto: “Debe ser un gobierno de la ciencia, del compromiso, de la sabiduría”. Viene del chavismo, saltó la talanquera y ahora quiera fundar su propia oposición.
Entretanto, el Frente Amplio Venezuela Libre abrió fuegos el sábado pasado con asambleas ciudadanas en varias plazas públicas de Caracas y el interior. Una protesta está convocada para el 27 de abril. Es el Frente Amplio el que encarna de verdad la Venezuela opositora, en todo caso. Un tinglado y otro hacen parte de lo que hoy es Venezuela. Eso toca entenderlo y asimilarlo.
