Ahora más que nunca las miradas regionales están puestas en Venezuela. El Fondo Monetario Internacional calculó que este año su economía tuvo un retroceso de 15%, caída que ocurre luego de registrar una contracción acumulada de 35% entre 2014 y 2017.
Según un documento divulgado hoy en Lima, “La crisis humanitaria venezolana también se está intensificando ante la creciente escasez de productos básicos (…), el colapso del sistema de salud y altos índices de criminalidad”.
Asimismo, el texto alerta que la situación del país suramericano constituye una de las mayores crisis “de la economía moderna”.
Por otra parte, el FMI prevé que el PIB de América Latina y el Caribe aumentarán 2,0% en 2018 y afirma que existen expectativas de un repunte regional favorable, empujado por la recuperación en los precios de los commodities, razón por la cual, el FMI elevó su previsión del crecimiento a 2%.
El informe desprende que la región de América Latina y el Caribe cerró el año 2017 con crecimiento de 1,3%, un desempeño clasificado como “algo bajo”. Pero para 2019 prevé un incremento del PIB del 2,8%.
El organismo afirmó que la región enfrenta riesgos externos, un ajuste en las condiciones financieras y un aumento de las medidas proteccionistas en materia de intercambio comercial y recomendó, mantener las deudas en niveles sostenibles; mejorar las inversiones; atacar la corrupción; abrirse al comercio exterior y sobretodo transparencia en los bancos centrales de cada uno de los países.
Sin embargo, añadió que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se arrastra desde agosto del año pasado, genera “incertidumbres” en la región.
