Hambre en Venezuela: consumo de carne fue de 4 Kg per cápita en 2017

Los venezolanos se han visto obligados a cambiar radicalmente sus hábitos alimenticios, porque el dinero que perciben ya no cubre las necesidades alimenticias básica. Si se suma el desabastecimiento general que desde hace un par de años se padecen en el país, se concluye que hay una grave crisis humanitaria que debe poner alertar a la comunidad internacional
Los venezolanos se han visto obligados a cambiar radicalmente sus hábitos alimenticios, porque el dinero que perciben ya no cubre las necesidades alimenticias básica. Si se suma el desabastecimiento general que desde hace un par de años se padecen en el país, se concluye que hay una grave crisis humanitaria que debe poner alertar a la comunidad internacional

CARACAS – Carlos Paparoni, diputado de la Asamblea Nacional, alerta sobre la necesidad de aplicar en el Plan de Emergencia Agroalimentaria, en virtud del bajo consumo proteico de la población venezolana, la cual ha dejado de comer principalmente carnes, pollos y huevos por los altos costos y la escasez de algunos de ellos.

Señaló que la gente ha dejado de comer carne porque el sueldo no le alcanza. El monto del bono de alimentación establecido por el gobierno que devenga mensualmente un empleado del sector público, sólo le sirve para comprar un cartón de huevos.

Alertó que, en el país con las mayores reservas petroleras del mundo, un trabajador únicamente tiene para consumir un solo tipo de proteína al mes, esto demuestra la gran crisis humanitaria que se vive en Venezuela.

Dijo que desde hace un año la compra de carne ha registrado una disminución y de acuerdo con Fedenaga, en el año 2017, el consumo de carne fue de 4 kilos per cápita y en el año 2012 de 23 kilos por habitante, lo que demuestra una drástica reducción, que, de acuerdo con las proyecciones, se estima que para finales de 2018 baje aún más la ingesta por individuo.

Paparoni destacó que el consumo de pollo y huevo también ha disminuido en más del 60%, mientras que el gremio ganadero indicó que en un año, el consumo per cápita de pollo y huevo se contrajo en 71,4% y 62,5%, respectivamente.

Aunque toda la población está afectada y mal alimentada, presentando incluso alarmantes niveles de desnutrición, los más perjudicados resultan los adultos mayores, las embarazadas y sobretodo los niños en edad escolar porque les afecta y atrofia su desarrollo, el crecimiento y el normal desempeño de las actividades físicas.

“Esta es una de las causas por la cual vemos a diario, a venezolanos desmayarse en nuestras calles”, afirmó.

Para palear algunas de estas dificultades, recomienda que la salida es atacar principalmente el desabastecimiento y la hiperinflación con medidas adecuadas que estimulen la producción y apoyen la producción nacional.

Asimismo, para enfrentar la crisis alimentaria y el hambre, hay que incentivar la producción en ciclos cortos para el pollo, los huevos, el ganado porcino y caprino. Además, ofrecer seguridad, garantizar las vacunas e insumos a los productores nacionales y combatir también el contrabando.

 

 

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