Enfermeras son clave en el cuidado de pacientes oncológicos

El grupo de las enfermeras premiadas muestran el diploma
Las enfermeras premiadas

CARACAS. – El personal de enfermería es fundamental tanto para el paciente como para el médico, pues sin él no sería posible una asistencia integral. En oncología, estos profesionales desempeñan un papel de vital importancia, pues su trabajo no se limita al tratamiento sino también abarca la prevención y los cuidados del enfermo.

Conscientes del valor que tienen, la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) hizo un reconocimiento al servicio público que prestan estos profesionales en la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC), en el marco del Día Internacional de la Enfermería.

El reconocimiento consistió en la entrega de certificados personalizados a 11 enfermeras de la CPC y la Unidad Clínica Móvil (UCM), dos programas que atienden de diversas manera -uno in situ y otro en la calle- a quienes lo necesitan, informó César Miranda, Gerente de Educación y Prevención de la SAV.

“El talento humano de la CPC se basa en este personal que es el que apoya a los médicos, quienes hacen un trabajo particular para prevenir el cáncer. Es por ello que hemos querido retribuirle con un reconocimiento a cada una de ellas por la labor que ejercen aquí todos los días”, señaló Miranda.

Asimismo, señaló que la importancia de la labor de las enfermeras y enfermeros es tremenda, ya que si ellas no apoyan a los médicos, sería imposible hacer el trabajo. “Ellas son las que atienden directamente a los pacientes, pasan más tiempo a su lado, lo acompañan cuando no hay nadie, los educan sobre su patología, los tratamientos que están recibiendo y sobre la necesidad de que se impliquen activamente en todo el proceso de pesquisa, para prevenir la enfermedad”.

Enfermeras por vocación

Eriglad Rojas, enfermera y coordinadora de la UCM, expresó que esta es una profesión muy gratificante y humana. “Cuando ves a esa persona que ayudaste de una u otra manera a recobrar la salud y recuperar la sonrisa, te llena muchísimo a nivel espiritual y profesional”.

Contó que aunque desde muy pequeña sintió el deseo de ayudar a la gente, ingresó a la Universidad para estudiar Comunicación Social. Al comenzar la carrera, empezaron a ocurrir algunos episodios en casa, mis sobrinos se enfermaban de asma, y volvieron las ganas de socorrer”.

Fue por ello que decidió hacer un curso de Primeros Auxilios para tener una noción de qué hacer ante cualquier tipo de eventualidad. Posteriormente, hizo un técnico superior en Enfermería, donde aprendió a proveerles todo tipo de cuidados a los pacientes.

“Ser enfermera no es nada más llegar a la habitación y colocar un tratamiento, es hablar, conversar, brindarle confianza y cariño. Para ejercer esta profesión hay que tener un corazón muy abierto, ganas de hacer bien las cosas y sentirlo de verdad”.

Por su parte, Hilda Graciela Serrano, enfermera oncológica desde hace 7 años, expresó que para ella la labor que desempeña es esencial para el bienestar el paciente, ya que va mucho más allá que proporcionar el tratamiento. “Es el allego, la humanidad, la empatía con el enfermo y saber cómo alentarlos cuando conocen el diagnóstico”.

Señaló que en su caso, siempre trata de unir al paciente con el familiar porque muchas veces cuando es diagnosticado, quiere esconder lo que tiene y busca aislar a sus seres queridos. “Lo que se le recomienda es integrar a la familia para que sienta su apoyo y lo ayude a salir de ese proceso doloroso”.

La prevención es primordial

El director de Educación y Prevención, César Miranda, aprovechó la oportunidad para llamar a la población a que se acerquen a la CPC, para hacerse chequeos de prevención del cáncer, ya que es curable si se diagnostica a tiempo.
Su sede está ubicada entre las esquinas de Canónigo a Esperanza, avenida norte 3, número 43, parroquia Altagracia del Municipio Libertador. Todos sus servicios funcionan desde las 7 de la mañana hasta la 1 de la tarde, y se atiende por orden de llegada o por citas.