Sigue cayendo producción de briquetas en Venezuela

Después de la nacionalización de algunas de las empresas productoras de briquetas, la producción se vino abajo y Venezuela dejó de ser el mayor productor de briquetas de hierro caliente del mundo. Hoy sólo operan en el territorio dos de las cinco plantas
Después de la nacionalización de algunas de las empresas productoras de briquetas, la producción se vino abajo y Venezuela dejó de ser el mayor productor de briquetas de hierro caliente del mundo. Hoy sólo operan en el territorio dos de las cinco plantas

CARACAS – Venezuela enfrenta un nuevo recorte en la producción de briquetas de hierro en caliente (HBI ) debido a las interrupciones en el suministro de materias primas, fondos insuficientes, fallas con el suministro de gas y energía y la severa crisis económica venezolana.

De acuerdo con la edición del mes de abril de MetalBulletin, solo dos de los cinco productores de HBI en el país están operativos pero con cargas reducidas, y aunque en 2017 Venezuela exportó únicamente poco más de 1 millón de toneladas, en 2008 el país producía para la venta internacional alrededor de 7 millones de toneladas.

Orinoco Iron, es el mayor productor de Venezuela y sigue produciendo HBI y aunque la compañía tiene capacidad para generar 2,2 millones de toneladas anuales, en 2017 su producción fue de solo 300,000 toneladas, es decir menos del 15% de su capacidad instalada.

La empresa puede continuar produciendo porque fabrica HBI a partir de finos de mineral de hierro y no requiere gránulos de los proveedores CVG-FMO o Sidor, especifica el Metal Bulletin.

Venprecar, el más pequeño de los cinco productores nacionales de briquetas, cuenta con capacidad para alrededor de 900,000 toneladas anuales, pero en 2017 su producción se ubicó apenas en 27,7% de su capacidad instalada y alcanzó 250 mil toneladas.

Los demás productores locales (Briqven, Comsigua y Ferrominera Orinoco), están actualmente cerrados pero en 2017 la producción de Briqven fue de 130 mil toneladas (8,6% de su capacidad), la de  Comsigua estuvo por debajo de 100 mil toneladas (7,6% de su capacidad) y Ferrominera del Orinoco (FMO) que podría  producir 1 millón de toneladas por año, generó menos de 250 mil toneladas, lo que equivale a 25% de su capacidad instalada.

Todas estas compañías nacionales produjeron durante el año 2017 poco más de 1 millón de toneladas de HBI, lo que refleja una significativa caída en comparación con las cifras que se manejaba previo a la nacionalización de las empresas y que se situaban cercanas a los 7 millones de toneladas para el 2008.

De acuerdo con la Oficina Internacional de Estadísticas del Acero (ISSB), las ventas extranjeras de 2017 se orientaron hacia Alemania, Italia, España y Portugal.

La piedra en el camino

La estatalización de Venprecar y Orinoco Iron fue decretada por el presidente Hugo Chávez, en el año 2009, pero por falta de pago, el traspaso formal apenas pudo darse en el año 2013.

Pero los  problemas con los suministros de pellas de CVG (principal proveedor de la industria HBI y una de las plantas de Sidor) comenzaron antes de que la industria fuera estatizada en 2009, pues hoy en día solo están operando una de las plantas y a capacidad reducida, a pesar que Venezuela tiene capacidad con sus cinco plantas, de producir 11,3 millones de toneladas por año de pellas.

Finalmente, el otro inconveniente que atraviesan los productores de briquetas venezolanos es la insuficiencia de gas y de energía, lo cual incide sobre la producción industrial de todo el territorio.

“Venezuela tiene gas de pozos naturales y gas asociado”, pero los productores de HBI solo pueden tomar el gas asociado de los pozos petroleros porque sus unidades de producción están ubicadas lejos de los pozos de gas natural. Esto significa que si bombeamos petróleo, tenemos gas; si no bombeamos petróleo, no tenemos gas “, citó La Patilla.

No obstante, cifra de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señalan que la producción petrolera ha caído a cerca de 1,5 millones de barriles por día para el mes de marzo de 2018, descenso que no ha escapado a la producción eléctrica que también padece una severa crisis y en consecuencias fuertes racionamientos en todo el país.

Además existen otros factores como la inflación, el control de cambio y la  situación política que han llevado al país a un deterioro general y lamentablemente, posicionan hoy día a Venezuela bien distante de lo que una vez fue: el mayor exportador mundial de HBI.

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