CARACAS – El presidente Nicolás Maduro ordenó la reestructuración y la reorganización de las empresas básicas y estatales en el país. La declaración la realizó durante el acto de juramentación del nuevo gabinete en el que nombró 11 nuevos ministros y una nueva vicepresidenta ejecutiva. La solicitud fue específica para el ministro de Industria y Producción, Tareck El Aissami, y al ministro de Planificación, Ricardo Menéndez.
La orden del presidente Nicolás Maduro fue de realizar “una ingeniería de proceso global, una redefinición de los mandos, un nuevo sistema de cultura empresarial y de modelo de gestión”. El objetivo sería el de llevar a cabo esta labor con aproximadamente 720 empresas estatales “para optimizarlas al máximo”. La solicitud se extiende a los trabajadores de estas empresas con el fin de “lograr convertir todas las industrias en motores productivos, regionales, nacionales, y sectoriales”.
Recientemente, el propio presidente Nicolás Maduro realizó un llamado a llevar a cabo una labor de estas características dentro de la principal empresa del Estado como lo es Petróleos de Venezuela (PDVSA). “Tenemos que hacer una revolución dentro de Pdvsa y esa revolución sólo la pueden hacer los trabajadores, la clase obrera, los profesionales. Les entrego el poder en sus manos para que hagan la revolución productiva y hagan la transformación socialista de Pdvsa”.
En ese momento, el presidente Nicolás Maduro inculpó a la corrupción por el deterioro de la empresa que produce casi la totalidad del Producto Interno Bruto (PIB) en el país. “La corrupción fue mano de la traición y mucho de los corruptos que huyeron y de los que están presos colaboraron para un proceso de autodestrucción y de entrega de la industria petrolera”.
Sin embargo, PDVSA no ha sido la única empresa estatal que ha sufrido la corrupción por parte de sus encargados. En los últimos días, el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) dio a conocer que la empresa Pequiven perdió más de un millón de dólares de esta manera.
