CARACAS.- Según denuncias, pareciera que el gobierno venezolano habría violado reglas que incluyen derechos humanos, respecto a las condiciones de reclusión de sus privados de libertad, es decir, mediante el decreto en el que se les deja a los presos incomunicados y aislados por períodos prolongados.
Representantes de ONG son aquellos que han considerado “errada”la decisión del gobierno, ya que sus planteamientos no están contemplados dentro de las condiciones de reclusión y los tratados de derechos humanos.
Como vocera de las denuncias, se pronunció el abogado de la Coalición para los Derechos Humanos y la Democracia, Ana Leonor Acosta, quien trajo a colación los daños psicológicos y físicos que han traído como consecuencia los “castigos” implementados en las cárceles venezolanas. En ocasiones resultan ser irreversibles.
Durante el pronunciamiento, se mencionó el caso del comisario de la Policía de Chacao, Fredd Mavárez, que padece de problemas oculares por causa de la constante exposición a luz blanca a la que lo sometieron dentro de las celdas de El Helicoide. También fueron mencionados otros casos que han sido motivo de estudio por las múltiples violaciones de derechos humanos que estos abarcan.
Se explicó en qué consiste la “tortura blanca”. Se encierran a los presos políticos en “los tigritos”, cuartos pequeños a bajas o altas temperaturas, sin suficiente ventilación ni alimentación, y tampoco acceso a los baños. Este tipo de condiciones que desobedecen el artículo 15 del Código Orgánico Penitenciario son consideradas por la Organización de Naciones Unidas como violatorias de los derechos humanos que afectan la integridad física y mental de las víctimas.
Andrés Colmenares, director de Funpaz, y Ana Leonor Acosta coincidieron en que el Estado desconoce los tratados internacionales que Venezuela ha suscrito, entre ellos las leyes mandelianas de reclusión establecidas por la ONU para el tratamiento de los privados de libertad, y el Protocolo de Estambul contra la Tortura que identifica el aislamiento prolongado como una forma cruel de tortura.
Marivic Merola
