Bonos venezolanos siguen cayendo y se ubican en menos de 30 dólares

El gobierno cayó en default y la deuda sobrepasa de 4,2 millardos de dólares por 22 bonos vencidos más 2 títulos en período de gracia. Venezuela corre el riesgo de enfrentar una demanda colectiva por parte de los acreedores
El gobierno cayó en default y la deuda sobrepasa de 4,2 millardos de dólares por 22 bonos vencidos más 2 títulos en período de gracia. Venezuela corre el riesgo de enfrentar una demanda colectiva por parte de los acreedores

CARACAS – La cesación de pagos por parte del Gobierno se ha hecho rutina desde noviembre pasado, cuando dejó de pagar los bonos de Elecar y Corpoelec cayó el default. Hasta la fecha la deuda asciende a 4,293 millardos de dólares por 22 bonos vencidos y 80 millones de dólares por 2 títulos que están en período de gracia.

Jesús Palacios, analista financiero de Rendivalores, explicó que el gobierno se ampara en las sanciones impuestas por Estados Unidos para esquivar los pagos. Sin embargo, este argumento ya no tiene fuerza. Los voceros norteamericanos han explicado que la situación no bloquea los pagos ni ese tipo de compromisos.

Señaló que Venezuela había siempre solventado su deuda, pero las sanciones terminaron sirviendo de excusas y también  de justificativo para el recorte de las importaciones en 70%, lo cual ha generado una severa escasez de alimentos, medicinas y productos básicos y ha desmejorado el nivel de vida de la población venezolana.

El panorama se ha complicado y el valor de los bonos venezolanos bajo alrededor de 23% luego de la reestructuración de la deuda externa a finales de 2017. No obstante, la estabilidad del mercado ha ocasionado que en la actualidad los bonos sigan descendiendo y se ubiquen en menos de 30 dólares.

El experto indicó que  aún no se ven señales de intención de pago por parte del gobierno, excepto con los bonos Pdvsa 20. Este ha sido el único pago que ha realizado puntualmente.

“Da la casualidad de que justamente ese bono es el que tiene de colateral como garantía a Citgo, filial de Pdvsa en Estados Unidos”, reseñó El Nacional.

“Las sanciones buscaban limitar todo tipo de refinanciamiento para Venezuela. Haber nombrado a Tareck El Aissami también se convirtió en una piedra de tranca, pero la verdad es que pareciera que había poca capacidad del gobierno para llegar a una solución que convenciera a los tenedores de bonos”.

El panorama que podría avizorarse es que los acreedores realicen una demanda colectiva contra Venezuela por incurrir en default. Sin embargo, los inversionistas que tiene cerca del 13% de la deuda externa, agrupados en el Comité de Acreedores de Venezuela, advirtieron que no respaldarán ningún plan de reestructuración que no establezca un trato equitativo para todos los tenedores de bonos.

Guerra avisada

Economista y firmas especializadas ya habían puesto en alerta la incapacidad de Nicolás Maduro para asumir sus compromisos internacionales durante 2018. En especial considerando la carencia de dólares que padece Venezuela por el descenso de la producción petrolera y los pagos programados para 2018. Estos se estiman en  9.022 millones de dólares, entre capital e intereses de bonos de Pdvsa y de la República. Su pago debería cubrirse con las  reservas internacionales.

Por otro lado, algunas firmas externan calculan en 60.000 millones de dólares la deuda externa venezolana representada en bonos de la República y de Pdvsa que enfrentan una demanda judicial, mientras que el saldo consolidado de la deuda externa para 2017 era de 143.000 millones de dólares, según cifras de la firma Torino Capital, con datos del ministerio de Finanzas, FMI y Bloomberg.

 

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