CARACAS – Venezuela se encuentra en una crisis económica de tal magnitud que su única empresa petrolera Petróleos de Venezuela (PDVSA), generadora del 98% de su Producto Interno Bruto (PIB), se encuentra prácticamente en quiebra. La falta de mantenimiento en sus instalaciones y el abandono de su personal del país, han ocasionado una merma en la producción que imposibilita a la estatal a cumplir sus compromisos internacionales.
La mayor parte de los problemas de PDVSA a nivel internacional han estado relacionados de alguna manera con el Caribe. Por eso no es casualidad que el gobierno de Curazao esté buscando una empresa que reemplace a PDVSA como operador de la refinería Isla. La isla caribeña no ha tenido actividad petrolera durante prácticamente todo el 2018 como consecuencia de la dificultad económica de la empresa venezolana.
La primera paralización de la refinería se produjo a comienzos de año, cuando PDVSA alegó que las instalaciones necesitaban un proceso de mantenimiento. Sin embargo, en mayo surgió una crisis a raíz de que la empresa ConocoPhillips comenzó a embargar activos de la estatal venezolana por una vieja deuda de 2 mil millones de dólares. Curazao autorizó buena parte de los embargos, por lo que parte de las labores de PDVSA en la refinería, se vieron amenazadas.
La noticia de reemplazo en el arrendatario de la refinería se conoció gracias a un comunicado emitido en conjunto por la refinería, el gobierno de Curazao y la propia PDVSA. Este dato, junto a voces que provienen de la refinería, hace creer que la empresa venezolana estaría de acuerdo en permitir el cambio y llevar a cabo una negociación para ello.
El contrato de alquiler que mantiene PDVSA para operar en la refinería Isla vence a finales del año 2019. La situación de arrendamiento llevaría a buscar un operador de corto plazo a partir de septiembre, para dar lugar a uno de largo plazo, cuando PDVSA finalice formalmente su contrato.
