Un paseo en La Carlota reviviendo la inmigración

El recorrido por la arquitectura italiana fue un encuentro entre anécdotas e historias de muchos inmigrantes europeos que se establecieron para comenzar una nueva vida en Venezuela.
El recorrido por la arquitectura italiana fue un encuentro entre anécdotas e historias de muchos inmigrantes europeos que se establecieron para comenzar una nueva vida en Venezuela.

CARACAS – El pasado domingo finalizó la XVIII Semana de la Lengua Italiana en el mundo, con una actividad distinta a lo habitual, que consistió en un recorrido histórico por la arquitectura italiana en la urbanización caraqueña de La Carlota.

La actividad fue dirigida por el arquitecto, Gregory Vertullo y el vecino de esta comunidad, Nicolas Sidorkous.

El recorrido obtuvo bastante asistencia de personas interesadas en las historias de construcción de las infraestructuras italianas, que datan de más de 50 años de creación en esta zona de la capital venezolana.

El Embajador de Italia en Venezuela, Silvio Mignano, también estuvo en este peculiar encuentro, compartiendo con los asistentes distintas anécdotas e historias acerca de los establecimientos italianos en la zona.

Las arquitecturas más reconocidas de las urbanizaciones La Carlota y Campo Claro (una al lado de la otra divididas tan solo por una calle) son: el edificio San Antonio que tuvo el primer ascensor del sector en la época; el colegio Francia que presentó una disputa en sus inicios de creación  al tener la entrada en Campo Claro y la salida en La Carlota.

Asimismo, destaca  el edificio Poggio Morello que fue la infraestructura más alta de la zona, la cual combinó  acabados artísticos en su estructura y donde se construyó el “Cine La Carlota”, fue el escenario donde se presentaron los grandes artistas de la época, que visitaron Venezuela entre los años 1925 y 1960.

De igual manera, se pudo apreciar algunas construcciones muy particulares, entre ellas el Circuito Nacional Belfort (CNB),  un gran tanque de agua que distribuía este recurso esencial en esos años a todos los habitantes de la zona, quienes nuca padecieron la falta de agua y el lugar en el que se encontraba el famoso supermercado Paris.

Las infraestructuras fueron construidas de forma similar a algunas regiones italianas y allí se residenciaron las colonias inmigrantes procedentes de Europa, por lo que aún se mantienen  descendientes que hacen vida en las urbanizaciones, quienes conservan  sus  costumbres, como por ejemplo  jugar dominó y cartas en algunos cafés y fuentes de soda.

 

 

En la actualidad en la urbanización quedan algunos establecimientos que funcionaron en aquellos años, sin embargo, muchos han sido modificados o vendidos al pasar el tiempo.

Al finalizar esta actividad, el embajador italiano, Silvio Mignano, dedicó unas palabras culminando las distintas actividades que se desarrollaron desde el 27 de octubre hasta el 11 de noviembre.

“El desarrollo de estas actividades tuvieron una gran relevancia porque lo que se realizó como última actividad fue visitar, caminar y conocer las arquitecturas italianas, que es un concepto diferente para entender la noción de la lengua italiana, lengua hablada por la gente. Las actividades fueron una mezcla del español venezolano con el italiano, por medio de una combinación de dos pueblos distintos”.

Por su parte, el organizador de este evento, Garcilaso Pumar, destacó que las dos semanas que duró  la Semana de la Lengua Italiana, fueron extraordinarias, porque considera que “los caraqueños y las personas de Maracay,  mantuvieron  una excelente receptividad al asistir a estos encuentros organizados por la Embajada de Italia en Venezuela”, en el que se presenció un intercambio cultural muy particular entre ambas naciones.

 

 

Redacción: Vanessa Padilla

Fotos: Letizia Buttarello