El regalo más grande: la esperanza

William Congdon. Natividad. Esperanza
William Congdon. Natividad

Al llegar el tiempo de Navidad, aunque muchas cosas parecen no propiciar el encontrarnos y celebrar: tiendas cerradas, escasez de productos, problemas de transporte, falta de salud e innumerables dificultades personales o sociales; existe en el fondo de nuestro corazón una débil luz que no se apaga, un deseo de bien, una espera de algo bello que nos devuelva la alegría de vivir.

Dante Alighieri escribió que “todos intuyen confusamente la existencia de un bien en el cual el alma pueda encontrar satisfacción; por ello, todos luchan para alcanzarlo” (Divina Comedia. Purgatorio XVII).

“Aunque esté reducido, descuidado o combatido, el corazón no deja de desear. Con frecuencia, la imposibilidad de quitarnos de encima esta espera puede parecernos una condena. Pero los espíritus más agudos identifican la verdadera condena en otra cosa. En su diario El oficio de vivir, Cesare Pavese nos recuerda que ˋesperar es todavía una ocupación. Lo que es terrible es no esperar nadaˊ. Todos sabemos en qué se convierte la vida cuando dejamos de esperar: un aburrimiento que desemboca en la desesperación y el cinismo. Esperar constituye la estructura de nuestro ser. La sustancia de nuestro ˊyoˋ es la espera”. Julián Carrón (2012).

En la tradición cristiana la Navidad celebra el misterio de la libertad de Dios que toma la iniciativa, venciendo así toda la expectativa del hombre y viniendo a su encuentro de forma sencilla y concreta. El Ser infinito se hace finito, permite que lo encontremos en nuestra realidad cambiando así todo el método de relación del hombre frente a lo trascendente. ¿Qué regalo más grande puede aspirar el ser humano?

Por ello, todo el bien que podamos hacer a través de nuestros proyectos e ideas depende por una parte de nosotros, de seguir trabajando juntos, de unir pequeñas luces para formar antorchas que guíen el camino de muchas personas; pero por otro lado, está la espera que se concreta en la iniciativa de Dios que conmemoramos en la Navidad, la cual llena toda nuestra vida de Su Presencia que ilumina y hace nuevas todas las cosas.

Alejandro Marius