Hablamos de Educación Afectivo-Sexual

Educación Afectivo-Sexual
Educación Afectivo-Sexual

Muchas veces me llegan padres a la consulta con mucha ansiedad porque sus hijos pequeños les hacen preguntas relacionadas a la sexualidad y en este artículo les dejo mi aporte. Lo primero que debemos hacer es aclarar conceptos para poder hablar con propiedad.

El sexo son las características físicas, fisiológicas y de comportamiento que distinguen los entes vivientes de un género con los del otro género. Así a los machos y hembras de una especie se les distingue plenamente por su sexo, esto implica directamente a la reproducción de la especie y las características hormonales y evolutivas correspondientes al sexo.

La sexualidad es una serie de reglas y aspectos sociales, que se refieren al  comportamiento. Estas pueden ser ampliamente influenciadas por modelos familiares y externos, debido a que son parte de la cultura.

Estos  conceptos son aplicados en ámbitos socio-familiares y entre estos se encuentran:

1.- Los roles sociales
2.- La formación de hombres y mujeres
3.- Colocación de las obligaciones familiares y sociales

La expresión de la sexualidad no está marcada por nuestro código genético, por el contrario es aprendida. A los niños los vestimos de azul, a las niñas de rosado por ejemplo. Las niñas juegan con muñecas los varones con carritos…. Esos son patrones estereotipados, aprendidos….

En primer lugar, todos los padres y madres están capacitados para hacer educación sexual. Para hacer educación sexual de calidad desde el papel de la familia no hay que ser sexólogos o sexólogas.

El principal error que pueden cometer los padres y madres es interpretar con ojos de adulto las manifestaciones infantiles de la sexualidad.

La sexualidad infantil está poco diferenciada y poco organizada con relación a la de la persona adulta. La realidad es que, todos sus hijos (as) son seres sexuales y sentirán curiosidad por el sexo… por eso… lo mejor es llegar a los niños (as) con respuestas sencillas a las preguntas que realicen.

La clave de una comunicación efectiva es esperar la pregunta que nuestro hijo realiza y responderla. En las familias sanas no hay secretos, se puede hablar de cualquier tema. Entre 3 y 5 años es la fase de la autoexploración. La curiosidad, sus ganas de conocer, ya no se centra tanto en el entorno, si no en su propio cuerpo. Tienen interés por conocer sus genitales, se tocan y con ello descubren el placer, o mejor dicho, el autoplacer., es absolutamente normal.

Es importante evitar expresiones del tipo: “¡¡qué haces!!, eso no se toca, eso huele mal, ahí no te toques que es feo…. ” Porque no es ni feo ni malo que se toquen sus genitales, con ello están aprendiendo a conocerse.

Se acentúa el interés por los genitales del otro sexo, Si tienen hermanos miran sus genitales con mucha atención e incluso los quieren tocar. Es bueno dejarles, sólo inculcarles que lo hagan con respeto y sin hacerles daño.

También es la época de mirar más a mamá cuando está desnuda, de hacer preguntas y de tocar con insistencia sus pechos (sobre todo los varones).  A papá también gusta verlo desnudo y tocar su pene.

También es la etapa del exhibicionismo, se muestran desnudos sin vergüenza.

Todas las experiencias le permiten su identificación sexual: pertenezco al sexo femenino, tengo vagina como mamá; pertenezco al sexo masculino, tengo pene como papá. Hablar de sexo con nuestros hijos, aunque nos parezcan muy pequeños, no es negativo, nunca lo es. Los estudios demuestran que una normalización de la sexualidad, y una buena información al respecto, favorece una mejor autoestima en el niño y una actitud positiva hacia su sexualidad, lo que implica seguridad, sentirse bien consigo mismo, disfrutar de sus emociones y sensaciones…

Responder con naturalidad las preguntas que los niños hagan le permitirán sentirse libres de hablar en casa y eso es exactamente lo que deseamos. Seamos auténticos al responder a los pequeños de casa.

Stefania Aguzzi