El gobierno de Aruba decidió el viernes mantener cerradas sus fronteras con Venezuela por un mes, luego de que fueran reabiertos los pasos fronterizos con Brasil y la isla holandesa, cerrados desde principios de año por órdenes de Nicolás Maduro, para impedir el ingreso de la ayuda humanitaria al país
La decisión de la isla caribeña se debe a la situación de crisis sin precedentes que vive Venezuela.
Asimismo, Aruba considera un incremento desfavorable de migrantes venezolanos hacia su nación, asegurando que ha producido efectos de orden público y seguridad en la isla, razón por la cual se decretan el cierre de fronteras para los venezolanos.
La medida también busca evitar peticiones abultadas de asilo político a venezolanos que huyen del país, puesto que es uno de los destinos más aclamados, junto a sus hermanas Bonaire y Curazao.