Marisol Tapia bautizó su nuevo libro “Octágono”

CARACAS – De una manera muy original, fue bautizado con un juego de llaves, el reciente libro de María Soledad Tapia, titulado  “Octágono”, el cual fue publicado por  Oscar Todtmann Editores e ilustrado por Roberto Weil, en el que se presentan relatos de ocho mujeres, con sus ocho lados y sus respectivos vértices, bajo la voz de esta sensible autora.

En los espacios de la librería el Buscón, y bajo la presentación del periodista, poeta y dramaturgo, José Tomás Angola, se hizo una introducción a lo que el lector podrá encontrar en el trabajo de María Soledad Tapia, así como una serie de comentarios, cuentos, anécdotas y comparaciones, que revelaron algunas confidencias e intercambios de “conversaciones virtuales”, entre la autora y el escritor.

Por su parte, Tapia, quien es bióloga y escritora por ser amante de la lectura, simplemente llamada por sus familiares y amigos Marisol, en sus narraciones, serán justamente los pequeños detalles que confieran vida a sus historias.

Angola durante su interesante discurss, dijo como un hecho anecdótico que tal no vez tenga nada que ver, que algunos de los narradores del último siglos pertecenen al mundo de las ciencias. Así pro ejemplo, Chéjov era médico, al igual que el padre de la obra de Sherlock Holmes y también Pio Baroja que publicó “El Arte de la Vida”.

Isaac Asimov era bioquímico de la universidad de Columbia, Ernesto Sábato era físico, Lewis Carroll de “Alicia en el país de las maravillas” era graduado en matemáticas; mientras que Well el autor de “La Guerra de los Mundos” era colega de Marisol.

El papá de Marisol

En Venezuela la lista también es sorprendente, basta con iniciar con Don Arístides Rojas, que era médico; José Luis Palacios y Ednodio Quinteo que eran matemático e ingeniero forestal, y otro gran médico, gran fabulador y narrador emparentado lejano con Juan Rulfo, quien tenía una técnica parecida,  premio nacional de literatura en 2004 y que dignamente rechazó para que su obra no se viera contaminada por el poder literato, y que era el lado que hacía falta para cerrar el octágono, es José León Tapia, autor de Tierra de Marqueses, Maisanta y el Último Hombre a Caballo, justamente el padre de Marisol.

Agregó Angola, también colega de Marisol, que en el medio de los nombres los 8 vértices y de los 8 lados, al referirse a escritores internacionales y narradores venezolanos, se encuentra Marisol  y su propia infancia.

Dijo que gracias a editoriales como Oscar Todtmann, se tieen la oportunidad de leer un libro en medio de este oscurantismo, pues un texto siempre recuerda el anhelo del hombre por decir, hacer sentir y pensar al otro y sobrtodo, por respetar al otro, pues el libro es el que une el puente que se gesta entre un autor y su lector, y entre todos los que estamos presentes.

En la obra, Marisol  descubre a sus personajes y los acerca tal cual lente de microscopia, similar al que habrá utilizado muchas veces en su carrera, pero en la literatura, a diferencia de la ciencia, no hay medidas profilácticas que resguarden al investigador de volverse materia de estudio, pues todos los escritores hacemos literatura biográfica y nos exponemos sin querer.

Comentó que no podemos escribir de lo que no hemos sentido, pero sabemos de los sentimientos y los prestamos a sus personajes, pues ellos tiene sus propias vidas y sus propias metas, tal como ocurre en “Octágono”, donde hay sangre y saliva, pero para amar, sentir y hablar.

El texto presenta así relatos de ocho mujeres, sus historias cotidianas, texturas que ponen estados anímicos, historias, gustos y sorpresas, y que vale la pena descubrir.

Los ejemplares de Octágono, de María Soledad Tapia, pueden conseguirse en la Librería El Buscón, del Trasnocho Cultural, Paseo las Mercedes, Caracas.

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