CARACAS – Este jueves, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitó al Gobierno venezolano a que proteja a los niños con graves enfermedades recluidos en el hospital de niños J.M. de los Ríos. También, la CIDH incrementó las medidas cautelares de protección establecidas para 13 servicios de este hospital, ubicado en la ciudad de Caracas, que sufre deficiencias provocadas por la crisis humanitaria.
Los servicios beneficiados son: cardiología, hematología, neumonología, medicina II y III, anatomía patológica, lactancia, neurocirugía, pediatría integral, nutrición, medicina de adolescentes, neurología pediátrica, consulta externa y triaje.
La CIDH le insistió al Estado venezolano que cuando los niños se encuentren bajo su custodia, debe asumir una posición especial de garante con mayor cuidado y responsabilidad. Asimismo, le pidió proporcionar los tratamientos médicos necesarios y garantizarle a los infantes el acceso a los medicamentos para sus enfermedades.
Según la pagina web de la CIDH, la decisión de esta nueva petición es porque se consideró que los niños atendidos en esos servicios se encuentran en una “situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos”, según se lee en su página web.
Igualmente le solicitó al Estado a que adopte “las medidas necesarias a fin de asegurar que las condiciones de salubridad y seguridad en la que se encuentran los niños, niñas y adolescentes pacientes en los trece Servicios (…) conforme a los estándares internacionales aplicables”.
2018, 230 muertes
El secretario Ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrāo, destacó que la información más reciente que maneja la Comisión indica que el hospital continuaría en serio “deterioro”, tras los recientes apagones. Además preocupa la reaparición de epidemias erradicadas décadas atrás.
Recordó que en el año 2018, se registraron 230 muertes por casos de difteria y sarampión.
“Cautelares JM de los Ríos. Entre las denuncias consideradas por la CIDH en Venezuela se encuentra que, entre 2017 y 2018, al menos unas 2.500 personas que requerían de diálisis por deficiencias renales fallecieron por la crisis del sistema de salud”, puntualizó Abrāo,
