CARACAS – Dos militares venezolanos murieron al caer a tierra un avión caza de fabricación rusa, el segundo de su tipo que se accidenta en el país sudamericano en los últimos cuatro años.
El ministro de Defensa de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López, confirmó la versión del accidente aéreo en Guárico, donde murieron los dos miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), este miércoles, después de que los uniformados despegaron de una base en el estado Guárico (centro) hacia un destacamento en el este del país, detalló el reporte.
La aeronave Sukhoi 30 MK2 “se precipitó a tierra ocasionando el fallecimiento” del general de brigada Virgilio Márquez, quien la pilotaba, y del capitán Nesmar Salazar, informó la Fuerza Armada venezolana a través de un comunicado.
La aviación venezolana ya había perdido en septiembre de 2015 un Sukhoi-30 durante una operación para interceptar una supuesta aeronave ilegal en la frontera con Colombia. En el siniestro fallecieron dos capitanes y la nave quedó totalmente destruida.
Venezuela y Rusia han firmado acuerdos de cooperación militar desde el gobierno de Hugo Chávez que incluyen la venta y mantenimiento de equipos por miles de millones de dólares.
En marzo pasado, Rusia, principal aliado internacional de Maduro junto a China y Cuba, envió al país petrolero dos aviones con unos 100 soldados y equipos.
Este 5 de octubre el gobernante venezolano anunció la renovación de contratos de apoyo y asesoría en materia militar y energética, con participación de empresas rusas en territorio venezolano.
Padrino López también detalló que la Fanb activó la junta investigadora que ordenó Nicolás Maduro, para determinar las responsabilidades y las causas del accidente.
Vuelos fallidos
Por su parte, la periodista Sebastiana Barráez indicó que el fallecido Virgilio Márquez Morillo, quien murió en el accidente en un Sukhoi, conocía los problemas logísticos de estas aeronaves de guerra, pero que no decía nada por temor a la persecución y los delatores, según le informa un general de la aviación.
“Con el general Virgilio Márquez Morillo lo hablábamos a cada rato, pero él tenía temor de hablar más abiertamente por la persecución y la cantidad de delatores, pero sabíamos la cantidad de problemas logísticos de ese sistema. Para comenzar ese no era el que debieron adquirir”, dijo el general.
“El proyecto Sukhoi fue un desastre desde el inicio. Esos proyectos rusos con la mano de Veximca (Venezolana de Exportaciones e Importaciones, C.A.) siempre tenían a lobbistas cubanos, con grandes comisiones. Los sistemas de armas rusas no tienen confiabilidad, garantías, controles de calidad, porque son muy artesanales y muy desordenados hasta cuando trabajan”, puntualizó.
