CARACAS – La ONU está tomando medidas creando espacios de aislamiento para prever la propagación del coronavirus entre los inmigrantes y refugiados venezolanos que se encuentran en distintos países de Sudamérica.
Los primeros espacios de aislamiento fueron instalados en la remota zona de Boa Vista, estado de Roraima en Brasil; así como en el centro de recepción de Maicao en Colombia, cercano a la frontera con Venezuela, por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), comunicó a Efe la portavoz del organismo en Ginebra, Cécile Pouilly.
“ACNUR junto con organizaciones locales con las que colabora ha establecido un espacio de aislamiento en Boa Vista para recibir a posibles casos sospechosos (de coronavirus) entre venezolanos refugiados e inmigrantes”, señaló la portavoz.
Se estima que hay 6.272 venezolanos en esa localidad brasileña que viven en refugios y las autoridades locales calculan que hay 3.500 más que viven en las calles.
Hasta ahora, ningún caso de Covid-19 ha sido confirmado entre venezolanos en Boa Vista, donde se sigue la política del resto del país en cuanto a la aplicación de las pruebas diagnósticas que se aplican a personas con sintomatología.
Pouilly informó que en Colombia que la organización, también ha entregado siete unidades para alojar a refugiados al Hospital Universitario de Bucaramanga, donde los posibles afectados podrán ser atendidos si lo requieren.
Tanto en Brasil como en Colombia, las previsiones del organismo ante el coronavirus “no son el reflejo de una preocupación particular, sino el resultado de las prioridades que nos hemos fijado”, aseveró Pouilly.
ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), registra que Brasil acoge a 253.000 venezolanos y Colombia a 1,8 millones. En total, 5,5 millones de venezolanos han escapado de la crisis social, económica y política de su país.
Ambos organismos solicitaron hoy mantener la atención que requieren los migrantes venezolanos para quienes la crisis humanitaria que padecen continúa, agravándose ante la emergencia sanitaria por la pandemia.
ACNUR y OIM mantienen en revisión las actividades más esenciales de estas personas en la región tomando en cuenta las prioritarias, sin interrumpir la ayuda para los venezolanos.
No obstante, el plan humanitario de la ONU para los migrantes venezolanos en Latinoamérica está en riesgo debido a que de la financiación que se requiere para este año sólo se ha recibido el 3 %.
