CARACAS – Luis Steffanelli, diputado de la Asamblea Nacional, denunció que según una encuesta levantada durante la actual cuarentena, el 85% de la población ha manifestado no tiene acceso a surtir gasolina para sus vehículos, debido a que la mayoría de las estaciones de combustible están cerradas y las pocas abiertas restringen el servicios al venezolano común.
Según la encuesta nacional, apenas el 12,52% de la población ha podido surtir combustibles de manera intermitente y solo el 0.23% tiene suministro de combustible constante.
Por otra parte y en consecuencia, 72% de los centros de asistencia están sin médicos debido a que el personal de salud no tiene cómo trasladarse.
Steffanelli señaló que se supo que este fin de semana Nicolás Maduro envió 400.000 barriles de combustible a La Habana, mientras que en Venezuela quienes surten a la capital de alimentos deben hacer colas kilométricas en las estaciones de servicio, la producción pesquera ha caído porque no hay gasolina para las lanchas y los servicios de ambulancia privados denuncian que no les dan prioridad para surtirse.
Dijo que la gasolina que llega al país es importada, pues ninguna refinería está produciendo combustible y aunque el gobierno intenta ocultar la realidad amparándose en la pandemia, la escasez y emergencia se agudizó.
“Sin gasolina no hay atención médica oportuna, ni transporte, ni comida”, advirtió.
El parlamentario informó que en las últimas 24 horas se han registrado protestas por falta de combustible en al menos siete estados del país: Miranda, Lara, Barinas, Mérida, Portuguesa, Anzoátegui y Bolívar y manifestó que hay que hay reaccionar y apoyar el Gobierno de Emergencia Nacional propuesto por Juan Guaidó, para buscar una salida a la crisis que se está incrementado con la pandemia.
Reiteró la necesidad de garantizarle a la población acceso a alimentos, medicinas y servicios básicos, sin que el régimen despilfarre los recursos que ingresan al país como ayuda internacional.
Industria quebrada
Lamentó que se viva la peor crisis nacional y ausencia de gasolina, de un país que hace 20 años era potencia petrolera y producía un millón 300 mil barriles por día de crudo procesado, con el que se abastecía toda la nación y el excedente superior a 600 mil barriles de petróleo refinado, se exportaba.
Hoy por el mal manejo y la quiebra de la industria, Venezuela necesita importar gasolina para poder subsistir y actualmente se requiere de al menos 100.000 barriles diarios, hecho que se ha dificultado porque el Estado tampoco tiene para hacerlo.
“Esto es una burla para la población, es un reto a la dignidad del venezolano, es decirles que no les importa lo que les pase mientras el régimen quede bien con sus jefes de Cuba”, puntualizó Steffanelli.
