Colombia advierte aglomeración de venezolanos en la frontera

CARACAS – Silvano Serrano Guerrero, gobernador del departamento Norte de Santander, solicitó este 4 de junio a las autoridades de su país, que se diseñe un plan para poder acompañar a los migrantes venezolanos que desean retornar a Venezuela y mejorar la atención entre las fronteras, ante la situación de “embudo” en el sector de La Parada, en Villa del Rosario.

“Necesitamos que el Ministerio de Salud nos acompañe de una mejor forma en la atención de este tema fronterizo, porque somos conscientes que debemos estar preparados ante cualquier contingencia con los venezolanos que están llegando desde cualquier parte del continente y del interior del país”, dijo Serrano.

En un encuentro de la Comisión Segunda del Senado de la República, donde estuvieron presentes gobernadores de varios departamentos fronterizos y el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, el mandatario regional señaló, que el escenario en la zona fronteriza en Villa del Rosario mantiene atentas a las autoridades estadales porque la acumulación de personas en el sitio podría convertirse en un foco masivo de covid-19 y afirmó que en Venezuela solo reciben 300 personas al día.

El gobernador considera que la situación que hay en la frontera colombo-venezolana puede disparar los casos de contagios en el Norte de Santander, que registra hasta el jueves 4 de junio alrededor de 130 infectados en 13 municipios. Por eso solicitó al Ministerio de Salud redoblar esfuerzos para contener la epidemia.

Por su parte, Juan Espinosa, director de Migración Colombia, dijo a que la decisión de nuestro país “genera que los procesos de llevar ciudadanos venezolanos hacia zonas de frontera en autobuses se frenen y se tengan que quedar en las regiones donde están actualmente como sucede en Bogotá, donde más de 500 migrantes se encuentran en la calle esperando iniciar el recorrido hacia la frontera. Este no es el momento de moverse”.

De acuerdo a Migración Colombia más de 72.000 venezolanos ya han retornado a su país, apenas un 4% del 1,8 millón que hay en diferentes partes de Colombia.

Migrantes a la intemperie

La pobreza y la desesperación agrupó a medio millar de venezolanos que retornaban al país en un paraje a las afueras de Bogotá, cubriéndose con bolsas de plástico levantaron un campamento donde ahora viven hacinados y sin poder salir por las medidas de confinamiento.

Empezó como un alojamiento temporal. Pero ya van más de 15 días y nadie ve otra opción a corto plazo.

“El campamento es una especie de limbo, porque allí viven quienes no tienen medios para subsistir en el confinamiento, pero tampoco pueden devolverse a su país por las restricciones de movilidad y el cierre de fronteras”, explica Eduardo Hernández, uno de los líderes del grupo.

Es época de lluvias en la capital y el frio arrecia. Todos temen un brote de COVID-19, ante la imposibilidad de cumplir el distanciamiento social sugerido por la OMS para impedir el contagio.

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