La producción de cemento en Venezuela, que era de 9 mil millones de toneladas al año, se ha reducido a menos del 20%, ya que lo máximo que se está alcanzando son 1, 5 mil millones de toneladas.
Las causas de esta caída son externas e internas, explicó Orlando Chirinos, presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria del Cemento (Fetracemento).
Las causas externas son, principalmente, la falta de una política industrial adecuada a la rama, la escasez de gasolina y la aparición de la pandemia del coronavirus que impide el normal desarrollo de las actividades. Además la política ideológica del régimen, que se caracteriza por la persecución y las desmejoras de las condiciones socioeconómicas de los trabajadores.
Y las causas internas son la falta de gerencia y de inversiones destinadas a mejorar la producción, así como al desgaste de los equipos, la mayoría de los cuales se encuentran prácticamente convertidos en chatarra.
De las nueve plantas procesadoras de cemento, dos se encuentran paralizadas por completo y no podrán ser puestas en funcionamiento porque están obsoletas: Cemento Andino, en Trujillo; y Cerro Azul, en Monagas.
