Aumenta contrabando de gasolina desde Colombia

CARACAS – La escasez de gasolina en Venezuela ha provocado que cobre fuerza el contrabando en Bolívar y Pedro María Ureña, dos municipios tachirenses que se mantienen en toque de queda y en aislamiento total a causa del coronavirus.

La vía utilizada para cruzar en la frontera son las trochas o caminos ilegales. Por esas tortuosas rutas pasan las pimpinas llenas, que en otra época hacían el recorrido contrario, de Venezuela a Colombia, para abastecer al departamento de Norte de Santander.

El color del combustible verduzco genera un poco de desconfianza, “pero no hay otra opción”, señalan los consumidores del lado venezolano, quienes suman varias semanas sin poder surtir en una estación de servicio. La poca gasolina que llega es para los vehículos que integran el plan de contingencia por la pandemia.

Este comercio ilegal ha generado que Colombia implemente vigilancia policial en las gasolineras con el propósito de evitar el contrabando de combustible hacia Venezuela. La medida fue acordada entre los propietarios de las estaciones de servicio y el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, José Palomino.

En San Antonio del Táchira ha crecido la venta de gasolina en diversos barrios de la localidad. Algunos la exhiben en las aceras; otros solo tienen un letrero que permite entender el tipo de producto que se ofrece, y también está quien, por el tiempo en el negocio, ya cuenta con clientes fijos, sin necesidad de tantos aspavientos.

“Los 36 litros ya están en 100.000 pesos”, dijo, Javier Rivera, quien, desde hace seis meses, se dedica a la venta de gasolina en el casco central de la ciudad fronteriza. “Yo soy administrador, pero la covid-19 ha generado más soledad y desempleo, son pocas las alternativas que nos quedan”, acotó.

Vigilante ante las autoridades explicó “A muchos nos asustan los controles que se están implementando en Cúcuta para evitar el contrabando. Eso está haciendo que la gasolina nos llegue más cara”, lamentó, al tiempo que aseguraba que el combustible que le traen para revender entra por la parroquia El Palotal y de ahí la trasladan hasta San Antonio.

Distribución de alimentos limitada

Muchos de los alimentos que se están produciendo en Venezuela se están quedando en las fincas y en mercados populares de los estados productores, debido a la caída de la demanda, las complicaciones  para transportar los productos por la severa escasez de gasolina, las restricciones para movilizarse durante las semanas de cuarentena radical, y las vacunas que cobran algunas alcaldías y funcionarios en alcabalas.

Ganaderos del estado Apure están preocupados por la “ausencia” de comercializadores de queso llanero en los centros de acopio, debido a la escasez “total” de combustible, que además señalan que cuesta entre tres y cinco dólares el litro.

Indican que también afectan “las coimas arbitrarias” impuestas por los alcaldes de los municipios Achaguas, Pedro Camejo y San Fernando, y el “martillo” en las alcabalas o puestos de la Guardia Nacional (GN). Afirman que entre Apure, pasando por Maracay, hasta Caracas, hay más de 20 alcabalas de militares y policías.

El productor asegura que están en riesgo de perder más de 150.000 kilos de queso en el Bajo Apure y parte de Guárico, que no llegarán a los centros habituales de consumo. “Alertamos y hacemos un llamado de atención a las autoridades a atender y corregir esta situación