ERC busca pactar con la izquierda para evitar elecciones

Il leader della sinistra indipendentista catalana di Esquerra Republicana (Erc), Pere Aragonés.
Il leader della sinistra indipendentista catalana di Esquerra Republicana (Erc), Pere Aragonés. (ANSA)

MADRID – La tensión política en Cataluña ha aumentado en las últimas horas, debido al anuncio que hizo el sábado el coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, de cortar las negociaciones con Junts y la idea de tratar de formar un Govern en solitario, ha ido tomando fuerza.

Pasaría por gobernar en solitario gracias a un pacto de izquierdas con la CUP y con los comunes, con los que ya negocian formalmente y con quien mantendrán este martes una segunda reunión para concretar un acuerdo programático.

Los equipos negociadores de ERC y los comunes ya han intercambiado documentación con propuestas puntuales. Los comunes ya no exigen formar parte del nuevo gobierno catalán para votar a favor de la investidura de Pere Aragonès, facilitando así las posibilidades de un pacto.

La única solicitud es que ese acuerdo tendrá que exceptuar definitivamente la presencia de Junts en el nuevo Govern, convirtiendo por tanto en irreversible la ruptura de negociaciones anunciada por Aragonés el sábado.

Las dos formaciones progresistas han conversado sobre puntos estratégicos como sanidad, reactivación económica, transición ecológica, diálogo en el conflicto político y la libertad de los presos independentistas. Por parte de los comunes, fuentes de la negociación señalan que “se ha avanzado en todos los puntos en cuanto al contenido. Nosotros vamos en serio y creemos que ellos también”.

De alcanzar un acuerdo de investidura con los comunes, ERC sumaría a sus 33 diputados los ocho votos morados. También cuenta con los nueve de la CUP, con quien los republicanos tienen sellado un pacto. Para obtener más votos positivos que negativos, los republicanos cuentan con un compromiso explícito de JxCat anunciado públicamente: en caso de no alcanzar un acuerdo entre ambos partidos independentistas, los de Puigdemont les “prestarían” cuatro votos afirmativos, los necesarios para llevar la investidura adelante y permitir un gobierno en minoría de Pere Aragonès.

Por su parte el PSC no cuenta en esa ecuación. La comunicación con ERC es casi nula y entre ambas formaciones no se ha dado, hasta ahora, ningún tipo de conversaciones que lleven a que los socialistas terminen apoyando de alguna forma la investidura de los republicanos.

El president en funciones y líder de ERC, Pere Aragonès, oficializó la ruptura con los socios indepdentistas de JxCat el fin de semana. “Asumimos la responsabilidad de iniciar la legislatura con un Govern en solitario”, anunció el sábado tras certificar que era “imposible” alcanzar un acuerdo de gobierno con los de Puigdemont.

Las fuerzas políticas ERC y Junts llevan casi tres meses negociando un acuerdo que no han alcanzado. La vía de un gobierno en solitario con apoyo de los partidos de izquierda se presenta como la salvación “in extremis” de una repetición electoral que será automática si no se hay investidura antes del 26 de mayo.

Redacción Madrid